La Iglesia en Haití pide un «verdadero despertar nacional»

La Iglesia en Haití pide un «verdadero despertar nacional»

El presidente de los obispos del país caribeño comparte su miedo a que «el país caiga en el caos», al sumarse el asesinato de su presidente a «la inestabilidad que ya existe»

María Martínez López
Religiosa tras el asesinato del presidente de Haití
Una religiosa reza el domingo 11 de julio. Foto: Reuters / Ricardo Arduengo

Launay Saturné, obispo de Cap-Haïtien y presidente de la Conferencia Episcopal Haitiana, ha agradecido al Papa Francisco sus palabras del domingo, cuando en el rezo del ángelus compartió su oración por Haití después del asesinato del presidente, Jovenel Moïse, y de que su esposa resultara herida la noche del 7 de julio. El Santo Padre pidió que se «depongan las armas» y se elija la vida y la convivencia y compartió su esperanza de que «la espiral de violencia cese».

«Estamos muy conmovidos por la preocupación» que el Santo Padre «no pierde la oportunidad de mostrar», subraya Saturné en entrevista con Vatican News. «En estas circunstancias nos sentimos acompañados por la Iglesia universal y por la solidaridad espiritual de todos los cristianos del mundo».

Monseñor Saturné comparte el «asombro y consternación» que sintió al conocer la noticia de «un crimen tan atroz», así como su «miedo a que el país cayera en el caos», pues esta «tragedia se suma a la inestabilidad que ya existe». Para que se restablezca la confianza, pide «arrojar luz sobre este crimen».

21 detenidos

Hasta el momento, las autoridades han arrestado a 21 personas por el asesinato: 18 colombianos, dos haitianos-estadounidenses que dicen haber estado trabajando como traductores y el haitiano afincado en Estados Unidos Christian Emmanuel Sanon. Este es sospechoso de ser el autor intelectual.

El ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, confirmó el lunes que el comando de colombianos tiene relación con una empresa de mercenarios con sede en Miami llamada CDU Security, dirigida por un venezolano. Otro presunto miembro del grupo, Antonio Palacio Palacio, sigue en paradero desconocido. La Policía de Haití ha emitido contra él una orden de búsqueda en la que lo define como «muy peligroso».

Sin embargo, se mantienen algunas incógnitas sobre si otros autores intelectuales pudieron haber participado en el magnicidio. Otras sospechas se deben al hecho de que los mercenarios no parecían tener un plan de huida después de haber logrado entrar en el palacio presidencial de forma limpia, sin que ningún guardia resultara herido.

Justicia para todas las víctimas

También los religiosos de Haití han exigido «una investigación para esclarecer este atroz crimen, de forma que todos los culpables puedan ser llevados ante la justicia». Pero esta ocasión debe servir también para «exigir justicia para todas las demás víctimas de la violencia en todo el país», subraya la Conferencia Haitiana de Religiosos y Religiosas en un comunicado.

Esta organización «condena con todas sus fuerzas la violencia, venga de donde venga y en todas sus formas». La situación en el país es caótica, denuncian, por lo que exige un «verdadero despertar nacional» hacia el «cambio, la democracia y el progreso». Los mismos religiosos renuevan su «compromiso en la lucha por el restablecimiento de una sociedad más humana y fraternal, construida sobre los derechos, la dignidad y la reconciliación entre todos».

A largo plazo, concluye el presidente de los obispos, el país necesita «una política orientada al bien común. Deseamos fervientemente un cambio radical», promoviendo la transparencia a todos los niveles, ya que detrás de esta desconfianza hacia los gobernantes está la «corrupción generalizada». Otra necesidad es «dejar espacio para el entendimiento, para el diálogo, para hacer realidad las aspiraciones de este pueblo».