La Iglesia aplaude el memorial de las víctimas del terrorismo de Vitoria: «Debería llegar a todos»
Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, asegura que «debemos recordar aquellos años de tanto sufrimiento que han llegado hasta hace bien poco» con la disolución de ETA
La recreación del zulo en el que la banda terrorista ETA encerró a José Antonio Ortega Lara durante 532 días impresiona. Solo con ver las fotos se siente la angustia al comprobar que se trata de un espacio sin ventilación, sin luz natural y minúsculo. Hay que agacharse para poder entrar y muchos visitantes –el rey Felipe VI lo ha comprobado– no pueden erguirse completamente. Es uno de los elementos, quizás el más impactante, de los que se pueden encontrar el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo inaugurado el martes en Vitoria.
La antigua sede del Banco de España, en el centro de la capital vasca, recrea fundamentalmente el terror de ETA, aunque incluye también otras formas como el yihadismo —se expone el patinete de Ignacio Echeverría, asesinado en Londres—, o grupos como el GRAPO, el FRAP…
Desde la Iglesia, se aplaude esta iniciativa, tal y como asegura a Alfa y Omega el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde: «Es un acierto que nuestra ciudad acoja este memorial que recuerda el dolor de tantísimas familias, muchas vecinas de esta ciudad, de las cuales aún ay quienes no han recibido el consuelo al no haber encontrado justicia».
Elizalde, que afirma que irá a visitarlo en cuando tenga oportunidad, recalca que «debemos recordar aquellos años de sufrimiento que han llegado hasta hace bien poco, con la disolución definitiva de la banda terrorista ETA». Y añade: «Los años duros se llevaron por delante a cientos de personas, mujeres, niños, gente que nunca mereció ese final. Honrar su memoria es fortalecer la convivencia y rendirles tributo nos posiciona como una sociedad civilizada, además de ser un deber de todo cristiano para con quien ha sufrido esta persecución y miedo durante tantos años».
Tras reiterar la opción de la Iglesia alavesa por la cercanía y el apoyo a las víctimas y sus familiares, apunta que un espacio de estas características sirve para mostrar «hasta dónde puede llegar la crueldad humana». «Para que no vuelva a darse esta situación en nuestro país, necesitamos que las generaciones más jóvenes sepan de ello y se posicionen siempre en favor de la convivencia, del diálogo y del respeto. Jesús, que murió perdonando, es quien también declaró que la verdad nos haría libres», ha continuado.
Finalmente, felicita a las instituciones implicadas, por la iniciativa y por «liderar una memoria que sea veraz». Por eso, concluye, el proyecto «debería llegar a todos los ciudadanos y ser ejemplo en otros países que también han sufrido esta barbarie».