La Iglesia defiende y propone una visión bíblica del matrimonio y de la familia porque, «en esta realidad, reconocemos un bien para todos». Lo ha escrito el Papa Francisco en su Mensaje a la 47 Semana Social Italiana, que se ha celebrado del 12 al 15 de septiembre en Turín, con el lema La familia, esperanza y futuro para la sociedad italiana, y se ha centrado, entre otros temas, en el desafío que supone la ideología de género para la familia. La institución familiar —continúa el Santo Padre— está «en la base de nuestra civilización». Esto implica que, de la concepción cultural y antropológica que se tenga de la familia, se derivan consecuencias «en diversos ámbitos de la vida de una sociedad y de un país: en el problema demográfico (que es grave para todo el continente europeo, y de modo particular para Italia) y de otras consecuencias relativas al trabajo y a la economía en general, al crecimiento de los hijos…».