La familia construye su futuro - Alfa y Omega

La familia construye su futuro

Unas 10.000 personas, la mitad de ellas españolas, la otra mitad procedente de los cinco continentes, acudieron al Congreso Internacional sobre la Familia, actividad que formaba parte del V Encuentro Mundial de las Familias, desde los días 4 al 7 de julio. La transmisión de la fe en la familia, tema central del Encuentro, así como la situación general de la familia en los distintos países del mundo, centraron la atención de este Congreso, celebrado en la Feria de Muestras de Valencia

Redacción
El cardenal Antonio Cañizares, durante su intervención.

Entre imponentes torres de cristal, el sonido de las fuentes y la humedad valenciana de verano, se celebró el Congreso Teológico Internacional sobre la Familia, en el recinto ferial de Valencia.

Los vivos colores de las ropas africanas y algunos saris asiáticos, las sonrosadas mejillas acaloradas de los norteños, la sonrisa de los asiáticos, los sombreros australianos o los numerosos y variados hábitos de multitud de miembros de numerosas Congregaciones religiosas han ido y venido en goteos constantes, tranquilos pero alegres, organizados y, al mismo tiempo, despistados en una ciudad que, para muchos, era el lugar más lejano y distinto de su hogar en el que jamás habían estado.

Al mismo tiempo, y a pesar de la variedad de colores y lenguas, ha habido una unidad implícita, un hermanamiento que se respiraba y que hacía que el guineano, el congoleño o el pakistaní pareciera un viejo conocido, casi un vecino de piso, un poco peculiar, pero familiar al mismo tiempo. Es el ejemplo vivo de que por la fe en un Padre único y eterno, el planeta es un solo pueblo y una sola familia.

El Congreso contó con la presencia de cardenales, comenzando por el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, organizador y coordinador del Congreso, el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, y siguiendo por los españoles Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, Julián Herranz, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, o Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo; además de arzobispos y obispos del mundo entero, con representantes de movimientos eclesiales como Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, o el sacerdote Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, Gerard y Marie-Christine de Roberty, responsables internacionales de los Equipos de Nuestra Señora, Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, o Graziella de Luca, del movimiento de los Focolares. Participaron asimismo instituciones como los Legionarios de Cristo, con don Álvaro Corcuera, o las Cruzadas de Santa María, con doña Lydia Jiménez, su directora, entre otros muchos representantes de asociaciones, movimientos y grupos a nivel mundial. Entre todos se pudo abordar el tema de la familia desde diversos y enriquecedores puntos de vista, a partir de la transmisión de la fe en la familia, hasta la familia y los aspectos jurídicos, la relación de la familia con la doctrina social y las cuestiones sociales, la demografía, la bioética, o la economía, entre otros muchos aspectos.

En total, el Congreso ha acogido a casi 10.000 asistentes, contabilizados en un 54 % de españoles; un 16 % del resto de Europa; 11 % de América del Sur; 5 % de África, 3 % de Asia, 10 % de América del Norte y 1 % de Oceanía.

Participantes en el Encuentro

Los miles de participantes asistieron en su mayoría al Congreso propiamente dicho, pero también a los dos Congresos especiales y pioneros en este tipo de encuentros, y que quisieron atender a dos componentes fundamentales de la familia, como son los jóvenes y los abuelos. Precisamente porque en estos encuentros hay siempre espacios para los más pequeños, con servicios de guardería y enormes ludotecas, en este V Encuentro Mundial de las Familias se ha querido que tanto los jóvenes, que ya no son niños, como los abuelos, cada vez más importantes en la transmisión de la fe y la educación en general de sus nietos, puedan tener sus propios Congresos donde debatir y compartir sus inquietudes.

Por eso, unos 700 jóvenes acudieron al que se ha conocido como Congreso de los hijos, y unos 600 mayores al Congreso de los mayores, o directamente, y más cariñoso, de los abuelos, que también se oyó así durante esos días.

En el caso del Congreso de los hijos, según su portavoz y parte de la Organización, don Juan Morote, los jóvenes de entre 16 y 25 años han podido vivir con intensidad las distintas intervenciones de los ponentes, en un Congreso «planteado en clave de reto, con un tema estrella: ¿cómo afrontar el compromiso, ese aspecto de la vida tan temido hoy por los jóvenes, y con el que hay que hacerles ver que no están solos ante él, que hay muchos jóvenes deseosos de casarse y tener hijos, aunque para ello tengan que renunciar a algunos bienes materiales».

Al Congreso también han asistido adultos interesados en la educación y el trabajo con jóvenes. En contraste con el Congreso principal, el origen de la mayoría de los jóvenes que han participado en el Congreso de los hijos era mucho más homogéneo, pues la mayoría de ellos procedían de Europa, aunque se han podido ver ejemplos de participantes venidos de muy lejos, como las treinta chicas que, siempre con la sonrisa en los labios, explicaron a Alfa y Omega que han venido desde Filipinas con su colegio, el Woodrose.

A lo largo de las tres sesiones de mañana, en las que consistió este encuentro de jóvenes, éstos han tenido la oportunidad de escuchar diversas intervenciones, sobre temas tan diversos como inmigración, solidaridad, compromiso social, afectividad y sexualidad, libertad religiosa, y transmisión de la fe. Entre los intervinientes, destacaron el padre Martínez Camino, Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, el periodista Dieter Brandau, o el escritor Miguel Aranguren, que animó a los jóvenes a desarrollar sus talentos artísticos.

Los abuelos

En cuanto al Congreso de los abuelos, su portavoz, don José María de Scals, Presidente además de la asociación Crescendo, explicó, en declaraciones a Alfa y Omega, que «a los participantes les ha gustado mucho; ha habido una valoración muy positiva para este Congreso, que pretendía ahondar en la figura del abuelo, cada vez más importante». Con una numerosa asistencia, casi 600 plazas cubiertas, el Congreso de los mayores ha querido tratar fundamentalmente la importancia de la transmisión de la fe, enfocando la figura del mayor desde dos puntos de vista distintos. «Por un lado -explicó don José María de Scals-, el mayor, una vez jubilado, realiza un servicio a la sociedad, a la Iglesia, porque hoy en día la gente se jubila en muy buenas condiciones; y porque las estructuras familiares están muy dañadas, los abuelos suelen ser de gran ayuda a los padres para la atención a los niños. Son personas que tienen mucho tiempo, porque no tienen que trabajar, y que muchas veces, además de la familia, pueden realizar un servicio especial de voluntariado en ONG, lo que supone un gran trabajo de gratuidad.

Por otro lado, es cierto que, al final de la vida, en el ocaso, las personas nos volvemos dependientes. Hace años las familias cuidaban de los más mayores; hoy, por circunstancias del espacio, del trabajo, o simplemente por egoísmo, a los abuelos se les deja de lado y se les cuida en residencias, hospitales, etc. Nosotros hemos hablado aquí de La espiritualidad de la inutilidad, y hemos puesto como ejemplo a Juan Pablo II, a quien todos pudimos ver cómo su vida y su debilidad al final de sus días dieron la vuelta al mundo».

Un aspecto destacable del Congreso fue su carácter ecuménico. En la mañana del viernes, tuvo lugar una extensa mesa dedicada al tema Familia y ecumenismo. Como indicó monseñor Vinzenzio Paglia, obispo de Terni y responsable de relaciones interconfesionales de la Conferencia Episcopal Italiana, se trataba de la primera vez que, en un Encuentro Mundial de las Familias, había una mesa redonda entre cristianos de distintas Iglesias, y «tal vez la primera vez en absoluto que se ponen en relación la familia y ecumenismo». La razón para esta novedad -afirmó- es que «la familia está entre las preocupaciones pastorales de todas las Iglesias». También destacó: «A las distancias de la fe se une en ocasiones las distancias en la moral, que agrandan la separación. El de hoy es un encuentro inicial, pero tiene el sabor de un futuro que da frutos preciosos».

Iniciativas familiares

Sin embargo, aunque el Congreso, en su mayoría, ha consistido en las exposiciones de los ponentes, no ha habido sólo escucha pasiva por parte de los asistentes. Aparte del intercambio espontáneo que surge de la convivencia y la hermandad de la fe, las familias asistentes han tenido también la oportunidad de conocer iniciativas concretas a favor de la familia, presentadas por sus mismos promotores en la Feria de la Familia. En los diversos stands que la componían, se podía conocer la labor de movimientos, asociaciones, editoriales, medios de comunicación y entidades bancarias, que aportan su granito de arena a la difícil tarea de apostar por la familia en las aguas turbulentas de estos tiempos que corren.

A. Llamas y M. Martínez