La educación ya no garantiza el trabajo - Alfa y Omega

La educación ya no garantiza el trabajo

El 60 % de las personas que acuden a Cáritas Diocesana de Madrid a buscar empleo tienen estudios secundarios o superiores

Sandra Madrid
Daniel, ingeniero venezolano, se ganaba la vida como mago antes de formarse en Cáritas. Foto: Cáritas Diocesana de Madrid.

Más de 6.100 personas en situación vulnerable han acudido a Cáritas Diocesana de Madrid en el último año buscando un trabajo. El perfil es heterogéneo y cada vez están más cualificadas. De hecho, más del 60 % de las atendidas en el Servicio Diocesano de Empleo tienen estudios secundarios o superiores. Estos datos han sido extraídos de la presentación que la entidad realizó la pasada semana con motivo de la Campaña por el Empleo 2023, celebrada el 23 de abril.

En este sentido, la institución apuesta por la formación y la relación con las empresas como pilares fundamentales para generar oportunidades laborales y de desarrollo personal. Ya son más de 300 las empresas colaboradoras. El objetivo es que «las personas a las que acompañan obtengan una buena formación profesional y que sean un valor añadido, ya que ellas son las respuestas a las necesidades de las empresas», afirma la subdirectora del Servicio Diocesano de Empleo, Begoña Arias.

Desde el proyecto hacen una llamada a la sociedad para mirar más allá. Insisten en la necesidad de ver el valor de la persona, sus talentos. Es lo que hacen ellos cada día cuando acompañan a las personas que acuden buscando una oportunidad laboral que les permita vivir dignamente. Ellos miran y ven. Ven a la joven ingeniera y al hijo que dejó a más de 7.000 kilómetros; ven al médico que trabaja de camarero porque no puede homologar su título; ven a la profesora que huyó de la guerra; ven a personas dispuestas a dejarse la piel por ayudarlas. Pero también ven a hombres y mujeres que evolucionan, crecen a nivel personal y profesional y recuperan la esperanza.

300 empresas colaboran con la entidad para dar oportunidades

Daniel Yanez, ingeniero venezolano, conoció a una persona que le recomendó que se acercase a su Cáritas parroquial y, desde allí, le derivaron al Servicio Diocesano de Empleo. Le ofrecieron un curso de Ciberseguridad que terminó siendo de Desarrollo Web. Gracias a Cáritas Diocesana Madrid, Daniel ha conseguido un trabajo estable. «Por más que la vida te golpee, si sigues adelante, esto se vuelve una oportunidad increíble, maravillosa y, sobre todo, mágica», explica el joven, que se dedicaba a ser mago para ganarse la vida en España.

Nuria Romero, miembro de la Agencia de Colocación de Cáritas Diocesana de Madrid, señala que «la colaboración con las empresas es crucial para abordar los desafíos del mercado actual». En este aspecto, puntualiza que «buscamos una alianza basada en la confianza, el compromiso mutuo, la estrategia y la comunicación, con el convencimiento de que si la empresa entiende la necesidad de los trabajadores y se involucran en el proceso, estos últimos tendrán más oportunidades de acceso al empleo».

Una de las empresas que coopera con la institución caritativa madrileña es Mail Boxes, que ya ha contratado a varias personas. Su director, Javier Compaired, está muy satisfecho con la colaboración: «Lo que valoro en los candidatos que Cáritas nos están presentando son esos valores humanos que los diferencian de los demás».

Además de la información y la orientación laboral, uno de los pilares fundamentales de la propuesta del Servicio Diocesano de Empleo es ofrecer en los casos en los que sea necesaria la formación en sectores emergentes con carencia de trabajadores y con capacidad para asegurar empleos de una mayor calidad y estabilidad. Así, en el último año se han formado más de 700 personas en 53 cursos propios en ámbitos de estas características, como el de los cuidados y la atención sociosanitaria, la logística, los oficios y las pequeñas reformas, la limpieza, la hostelería, los empleos verdes y la eficiencia energética, la administración o la innovación tecnológica.