La CEE recuerda «los vínculos de fraternidad que existen entre judíos y cristianos» - Alfa y Omega

La CEE recuerda «los vínculos de fraternidad que existen entre judíos y cristianos»

En un mensaje dirigido a los judíos de España, la Conferencia Episcopal Española expresa su deseo de que nunca más tengan que celebrar las fiestas que están conmemorando estos días «entre el estruendo de las bombas»

José Calderero de Aldecoa
Mensaje de la CEE en las fiestas del judaísmo. Foto: CEE.

La Conferencia Episcopal Española ha dirigido un mensaje a las comunidades judías de España en el que expresa «los vínculos de fraternidad que existen entre judíos y cristianos». La comunicación se ha producido con motivo de las fiestas que recientemente han celebrado de Rosh Hashaná (Año Nuevo) y Yom Kipur (Día de la Expiación), y la que están celebrando en estos días de Sucot (Fiesta de las Tiendas).

La primera de ellas, Rosh Hashaná, «invita a elevar un cántico a Dios creador, del que recibimos la vida como un don sagrado que judíos y cristianos estamos llamados a custodiar y hacer respetar en toda su integridad», se lee en el texto. Está firmado por el presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso, Ramón D. Valdivia, y el director del secretariado de esta Subcomisión, Rafael Vázquez.

La fiesta del Yom Kipur, por su parte, «canta la infinita misericordia de Dios, que mira compasivo al ser humano en su debilidad para restaurarlo, perdonando sus culpas». Un mensaje clave en el contexto social actual. «En una sociedad donde siempre se buscan culpables fuera y no se asume la propia responsabilidad, esta fiesta anima a hacer un examen de conciencia, a reconocer las propias faltas y pecados ante Dios, y a trabajar junto a todos los creyentes por la reconciliación y la superación de cualquier tipo de polarización social, causante de enemistades y rivalidades dolorosas», subrayan Valdivia y Vázquez.

Por último, la Fiesta de las Tiendas o Sucot «es una alabanza al Dios de las promesas, que acompaña y consuela a su pueblo por el desierto de esta tierra, donde aún resuena el llanto de las víctimas de la violencia y la barbarie, con la esperanza de un futuro de paz entre los pueblos». Ante este contexto, la subcomisión concluye su mensaje deseando a las comunidades judías de España «que no tengáis que volver a celebrar estas fiestas entre el estruendo de las bombas y que en esta tierra todos los hijos de Dios entonen el único cántico que ha de brotar de los labios de los hombres y mujeres de fe: ¡Shalom! ¡Shalom! ¡Shalom!».