La archidiócesis de Valencia recauda 200.000 euros para los pobres
El dinero ha sido entregado a Cáritas Valencia a través la Fundación Pauperibus, creada a comienzos de año para destinar bienes patrimoniales de la diócesis a la atención de los más vulnerables
La Fundación Pauperibus, creada a principios de año por el arzobispo de Valencia para destinar bienes patrimoniales de la diócesis a la atención de los más pobres, ha comenzado sus actividades con la entrega de más de 200.000 euros a Cáritas Diocesana.
El dinero, según ha explicado el cardenal Antonio Cañizares, irá destinado a «atender las necesidades más perentorias, como son la comida, la vivienda, la luz y lo medicamentos» de los usuarios de la entidad caritativa de la Iglesia.
La fuerte suma recaudada hasta ahora procede de las donaciones de bienes personales, como pectorales o regalos recibidos, del propio Cañizares, así como de las donaciones de particulares –concepto que asciende hasta los 40.000 euros-, de la venta de un garaje y del alquiler de unos locales, cuyas rentas «nutrirán mensualmente a la entidad para cumplir sus objetivos», ha señalado Vicente Fontestad, vicario general de la diócesis de Valencia.
Colaboración de Toledo
Por otro lado, la Archidiócesis de Toledo ha comprado un retrato del beato cardenal Ciriaco Mª Sancha, que fue arzobispo de ambas sedes episcopales. Como pago por el lienzo, el arzobispo Francisco Cerro ha realizado una aportación a la fundación valenciana.
En el acto de entrega del lienzo, el cardenal Cañizares ha asegurado que se desprende «de un recuerdo que me une a Toledo, ciudad de la que nunca me olvido», y ha subrayado que el cardenal Sancha «es todo un ejemplo por su testimonio de servicio a los más pobres, pionero de la labor social y por eso es el culpable de esta fundación, ya que vivió pobre y murió paupérrimo».
Por su parte, monseñor Francisco Cerro ha agradecido la puesta en marcha de la Fundación Pauperibus «puesto que es un gesto que expresa, una vez más, la gran calidad del cardenal Cañizares como Obispo de la Iglesia y su servicio a los más pobres y necesitados, que son el tesoro de la Iglesia». No hay nada más hermoso, ha añadido el arzobispo de Toledo, «que gastarse y desgastarse en el servicio del Evangelio y, especialmente, de los más pobres».