Aunque solo fuera por sentarse junto a los más pequeños de la casa y mostrarles, con todo el esplendor de sus 85 años, a una dama de la escena como Julie Andrews, ya merecería la pena alzar el telón de esta modesta serie infantil que hay que buscar en Netflix como quien busca un tesoro.
La inolvidable protagonista de Mary Poppins o Sonrisas y lágrimas, se convierte aquí en la gerente y maestra de un teatro al que acude un grupo de simpáticas marionetas (niños y animales), con la ardua y fascinante tarea de poner en marcha un musical. La propia Julie Andrews es la creadora del proyecto, junto a Emma Walton y Judy Rothman. Acompañan a Andrews, en escena, como fieles ayudantes, Giullian Yao Gioiello y Jennifer Barnhart.
Julie entre bambalinas cuenta con una sola temporada de 13 episodios de una media hora de duración cada uno, una extensión idónea para el público al que está dirigido (niños hasta 7 años). La trama tiene una clara vocación pedagógica y es ideal, por sencilla y divulgativa, para adentrar a los pequeños en el apasionante mundo del teatro y familiarizarles con su terminología. No faltan ni el escenario, ni los personajes, ni el guion, ni la tramoya, ni el atrezo, ni el clásico y olvidado apuntador. Además, en cada capítulo, hay un guiño explícito a Broadway, con la participación de estrellas como Idina Menzel, Josh Groban o Alec Baldwin, entre otras.
Se abre con un leitmotiv bien conocido: el espectáculo debe continuar y se cierra (el spoiler es previsible) con la puesta en escena del musical que tanto ha costado realizar. En tal constelación, la estrella mayor es, sin duda, Julie Andrews, pero a los pequeños les encantará el elenco de muppets, que representan muy bien la necesidad de aunar y unirse en la diversidad en aras de un bien común.