Juan Carlos Antona rememora el «esta economía mata» de Francisco
«Ha sido un Papa cercano, que nos ha enternecido a todos», asegura el director del Secretariado de Pastoral de Trabajo de la archidiócesis de Madrid
Juan Carlos Antona, director del Secretariado de Pastoral de Trabajo, reconoce que «todo en el Papa Francisco ha sido muy enriquecedor», aunque si tuviera que destacar, algo, sería «su sentido del humor; yo soy una persona que valora mucho el humor, el tomarse las codas con cierta ironía, y el Papa Francisco era un maestro del humor». Esto, asegura, «provocaba una naturalidad, cercanía y espontaneidad» que, aunque a veces «se tenía que lamentar de ser tan espontáneo», sin embargo esto es algo «que hemos valorado todos».
Asimismo, el Papa «también era un hombre de gestos, que daban coherencia a sus palabras; aquello que él decía lo concretaba en pequeños gestos», símbolo de «esas palabras cortas que a todos se nos han quedado».
Así, «si yo tuviese que sintetizar la doctrina y el pensamiento del Papa Francisco, lo haría siempre en palabras cortas», esas que el Pontífice destacó: todos, todos, todos; los descartados; el cuidado, la teología del cuidado; la casa común, «palabra preciosa»; la alegría del Evangelio, esa «exhortación programática»; sinodalidad; paz; víctimas; amor social, con la Fratelli tuti; conversión pastoral, «esa llamada que continuamente nos estaba haciendo a transformar nuestras actitudes, esquemas, planteamientos, dejar de lado el “siempre se ha hecho así”…». Y, por supuesto, recalca Antona esa frase que «queda para la historia: “recen por mí, pero a favor”».
Aunque de todas las frases, el director se quedaría con «esta economía mata», concretada en «nuestro estilo de vida, que mata cuando vivimos en el consumismo y en el individualismo». «La economía es un reflejo de nuestro estilo de vida», y «provocamos unos sistemas que son estructuras injustas, de pecado, como decía ya el Papa san Juan Pablo II».
Francisco ha sido un Papa, concluye el responsable, «cercano, que nos ha enternecido a todos» y que «a todos nos ha provocado, tanto para lo bueno como para lo malo: unas veces nos hacía vibrar porque estábamos de acuerdo con él y otras veces nos hacía vibrar porque nos dábamos cuenta de que nosotros teníamos que cambiar y modificar muchas de nuestras actitudes». «Que él siga desde el cielo cuidándonos y acompañándonos».