Joyce Koornaar-Ramdhani: «Estamos orgullosos de ser de los países más diversos de América» - Alfa y Omega

Joyce Koornaar-Ramdhani: «Estamos orgullosos de ser de los países más diversos de América»

María Martínez López
Foto cedida por Joyce Koornaar-Ramdhani.

En Sudamérica existe un país cuya lengua oficial es el holandés y donde el presidente es hindú. Se trata de Surinam, la antigua Guayana Neerlandesa. La directora de Radio Immanuel, la emisora de la diócesis de Paramaribo (la única del país), presenta este crisol único de cuatro continentes.

La colonización de Surinam fue bastante diferente de la de los países hispanos de América. ¿Cómo han conformado estas diferencias la historia y la realidad del país?
Surinam fue fundado como una colonia de plantaciones por colonos británicos en 1650 y fue conquistada por los holandeses en 1667. Desde el principio, cultivaron las plantaciones trabajadores forzosos; primero, principalmente africanos de la parte central y occidental esclavizados y, en menor medida indígenas. Al ser gobernado en distintos momentos por colonizadores españoles, ingleses y holandeses, sus habitantes se vieron forzados a aprender a vivir con diferente estilos, culturas y religiones.

Después de la abolición de la esclavitud en 1863, los dueños de las plantaciones buscaron mano de obra en China, la India e Indonesia, que también eran colonias holandesas. El resultado es una población de descendientes de africanos, de asiáticos y de holandeses que no regresaron. Tenemos una demografía única con distintos grupos étnicos y un auténtico crisol, pues también se han mezclado entre ellos; una cultura rica y diversa; y una vida de fe pacífica, libre y activa basada en diferentes religiones, en la que el respeto a la fe y los valores del otro se valora y practica mucho. Vivimos en una paz total.

En este contexto tan particular, ¿cómo fue la llegada del catolicismo?
Hasta 1786 el país estuvo totalmente abandonado por las misiones católicas. Desde entonces, algunos sacerdotes seculares abrieron un centro misionero, pero pronto tuvieron que huir por la oposición del clero de otras confesiones cristianas. Cuando en 1816 el territorio pasó a manos holandesas, se garantizó la libertad de culto y fue el punto de arranque real de la evangelización católica.

En 1817 se erigió la prefectura apostólica de la Guyana Holandesa, que se convirtió en vicariato en 1842. Se confió la misión a los redentoristas. El 7 de mayo de 1958 se elevó el vicariato al rango de diócesis, la de Paramaribo, sufragánea de la de Puerto España (Trinidad y Tobago).

Surinam
Población:

587.000 habitantes

Religión:

Protestantes, 23,6 %; hindúes, 22,3 %, y católicos, 21,6 %

Renta per capita:

5.670 euros

Además de la presencia de afrodescendientes, ¿se notan hoy en día huellas de la esclavitud?
Como los esclavos tenían que trabajar sobre todo en las plantaciones del interior, incluso tras la abolición de la esclavitud permanecieron allí. También los trabajadores traídos de la India, Indonesia y China preferían vivir lejos de la ciudad, en la zonas rurales que conocían mejor. Así, hay distritos en los que son dominantes unos grupos u otros: en Commewijne los javaneses descendientes de los indonesios, y en Marowijne y Sipaliwini los maroons, los afrodescendientes.

¿Se puede hablar de una única cultura surinamesa?
En realidad no. Aunque la población se está mezclando cada vez más y preferimos que se nos llame surinameses en vez de maroons, javaneses, chinos, indios, etc. Aunque la lengua oficial también en las escuelas es el holandés, podemos decir que el sranan tongo, una lengua criolla que mezcla holandés, inglés, español, francés y los dialectos locales de los esclavos es la lengua nacional en la calle. Se habla mucho entre los habitantes del interior, entre jóvenes y entre amigos. Somos uno de los países más diversos étnicamente de América y estamos muy orgullosos.

¿Y de una forma de ser?
Somos cálidos y amigables, nos gusta ayudar, relacionarnos unos con otros y disfrutar de las relaciones. También somos relajados, no nos gusta esa vida acelerada y apretada del gran mundo, Occidente. Una similitud con otros países del entorno es la unidad y cercanía de las familias, más que dejar el nido nos gusta aferrarnos unos a otros. Pero creo que nos diferencia la unidad (social) y el respeto al origen, religión y cultura del otro.

¿Esa diversidad se da también en su historia personal?
Yo soy católica de nacimiento, hija de dos descendientes de indios. Ramdhani es mi apellido de soltera. Soy la segunda de cuatro hermanos. La madre de mi marido era 100 % china, y su padre una mezcla de criollo africano, libanés y holandés. Koornaar es su apellido, y el mío de casada. Nuestro hijo es una hermosa bendición y signo de esta diversidad.

¿Cómo es el día a día allí?
Una parte significativa de la población trabaja para la Administración. Otros en la minería de oro y otros minerales, en la industria del petróleo y en otras empresas industriales. Un porcentaje bastante pequeño son autónomos o agricultores. La gente lleva a los niños al colegio entre las 6 y las 7 de la mañana, y luego va a trabajar. Vuelven a casa entre las 16 y las 18 para cenar, hacer las labores domésticas y pasar tiempo de calidad juntos. Antes las familias solían ser bastante grandes, con cinco u ocho hijos, pero ahora la tendencia se ha reducido bastante y suelen contentarse con dos.

¿Hay intercambio con los países vecinos? ¿No se sienten un poco aislados siendo el único país y uno de los pocos territorios de lengua holandesa en América?
En absoluto. Hablamos inglés de forma fluida, así que la comunicación no es un problema, al contrario. Hay al menos 40.000 brasileños viviendo en Surinam, además de guyaneses, venezolanos y haitianos. Realmente somos un país que es un regalo de Dios.

En la realidad sociopolítica, ¿comparten retos con el resto de la región?
Con más del 60 % de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza, nos enfrentamos a muchos problemas sociales: vivienda, acceso a la sanidad, educación e igualdad de género. Encontrar el equilibrio entre los intereses de los grupos étnicos y los de la nación en conjunto es un prerrequisito para un crecimiento y desarrollo sostenible. Las crisis políticas y económicas desde la independencia (1975) han tenido un impacto destructivo en la economía. Algunos de nuestros desafíos son la debilidad de las instituciones, la corrupción y falta de transparencia, un sector público sobredimensionado, elevados subsidios a la energía y una diversificación insuficiente.

Mencionaba antes la importancia de la minería en la economía del país. La Iglesia en la región no se cansa de alertar sobre su impacto ecológico.
La minería de oro es una de las industrias más destructivas del mundo. Desplaza a las comunidades, contamina el agua de beber y la tierra con mercurio y cianuro, poniendo en peligro la salud de la gente y a los ecosistemas, daña a los trabajadores y destruye entornos antes impolutos. La extracción de bauxita se ha interrumpido.

En cuatro pinceladas

Una comida local: Okersoep, una sopa de verduras con ocra, espinacas, plátano macho, yuca y pollo, ternera y carne salada. ¡Deliciosa!

Una expresión: «Fawaka?» (sranan tongo), «¿qué tal?».

Un personaje importante: Johan Henri Eliza Ferrier (1910-2010) fue el último gobernante antes de la independencia, de 1968 a 1975 y el primer presidente, de 1975 a 1980. Fue depuesto por un golpe de Estado militar en 1980. De formación era profesor.

Un santo al que se tenga devoción: El beato Petrus Donders, más conocido como Peerke Donders, nació en Tilburg (Holanda) en 1809. En 1841 se ordenó sacerdote y en 1842 partió hacia Surinam. Al principio fue nombrado capellán en Paramaribo, y en 1856 lo enviaron a la misión de Batavia, una colonia de leprosos en una antigua plantación. En 1867 hizo los votos como redentorista. Fue un apóstol incansable de los leprosos. Murió de una infección renal en 1887. San Juan Pablo II lo beatificó el 23 de mayo de 1982, en el 250º aniversario de los Redentoristas.

Alguna curiosidad sobre los dirigentes: El presidente, Chandrikapersad Santokhi, es hindú de nacimiento pero no oculta su interés y fe en Cristo. En su 62º cumpleaños, dijo que «vamos a dedicar este país a Jesucristo y vamos a asegurarnos de que cada surinamés pueda vivir feliz y con respeto».

En un país tan heterogéneo, ¿qué fiestas son importantes, además de Navidad y Pascua?
Holi Paghwa, la fiesta nacional hindú; Ied ul Fitre, la musulmana; la fiesta nacional o Día de la Independencia, el 25 de noviembre, y el Keti Koti o fiesta de la abolición de la esclavitud, el 1 de julio. Todas son festivos y las celebramos todos.

Hábleme de la comunidad católica. ¿Viven la fe a la latinoamericana o a la europea?
Vivimos la fe de forma intensa y apasionada, al modo de América Latina. Somos activos, rezamos diariamente en familia y vamos a Misa de forma regular, la mayoría cada semana. A los niños se les estimula a vivir con Dios, ir a Misa. Los bautizamos pronto y van a colegios católicos para crecer en esta relación. Las comunidades de la capital y los distritos grandes son mixtas, pero en el interior cada grupo tiene la suya. Allí se usa bastante el sranan tongo.

¿Participan en la vida de la Iglesia en la región?
Solo nos hemos integrado en el CELAM recientemente, a través de la Red Eclesial Panamazónica, puesto que somos uno de los nueve países de la Amazonia. Como buena parte de la población habla inglés, nos sentimos más en casa en los países de las Antillas y el Caribe, y participamos plenamente en la Conferencia Episcopal de las Antillas.

¿Cómo avanza la implementación de Querida Amazonia?
Aunque no se está aplicando activamente aún, la vida de la Iglesia en el interior es activa. Tenemos algunas parroquias pequeñas con sacerdotes que las atienden con regularidad.

¿A qué otros desafíos se enfrenta la comunidad católica?
Cada vez viene menos gente a Misa de forma regular, y son sobre todo los mayores. Hace poco empezamos el proceso sinodal con el objetivo de identificar los obstáculos y nuevas salidas.

¿De dónde le viene su vocación al apostolado a través de los medios?
Además de mi trayectoria profesional como consultora de gestión, mi pasión por los medios me llevó a interesarme por las ciencias de la comunicación, y en particular por la radio. El padre Kross, vicario general de la diócesis, era consciente de mi labor anterior en radio y me pidió que reorganizara Radio Immanuel para convertirla en una empresa multimedia.

Es la radio católica de Surinam. Emitimos las 24 horas del día, los siete días de la semana. Con programas de oración, música cálida y programa familiares proclamamos el Evangelio de Jesucristo. También arrojamos luz sobre las noticias y acontecimientos sociales desde una perspectiva bíblica. Queremos ser una emisora donde la gente se encuentre y se sienta conectada con Dios y los demás. ¡La radio que toca tu corazón!