José Luis Requero, magistrado de la Audiencia Nacional (en Mundo Cristiano)
Vivimos en una verdadera red de campos de concentración, tantos como medios de comunicación y centros de elaboración de la opinión pública, un auténtico gulag. Ahora, las alambradas son las palabras: homofobia, como todas las fobias, implica odio, y ya me dirán qué odio hay cuando se defiende el matrimonio entre un hombre y una mujer, o que la filiación adoptiva debe asemejarse a la biológica, o que no cabe sostener que los niños nazcan en un vientre de alquiler.
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