«Jesús nos enseña su corazón»

«Jesús nos enseña su corazón»

El colegio Cumbres de Valencia se ha consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. Lo único que hay que hacer es «dejarnos abrazar» por Él

María Martínez López
Sarah con el corazón que coloreó en clase. Después de la consagración «lo pegamos en la pared del colegio». Fotos: Colegio Cumbres

¿Sabíais que el mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús? Por este motivo, seis colegios de Regnum Christi han aprovechado estas semanas para consagrarse a él. En el Cumbres School, en Valencia, lo hicieron el 11 de junio, el viernes después del Corpus Christi, porque es el día de su fiesta. Sarah, de 6 años, se acuerda muy bien de ese día. Al llegar a clase, lo primero que hicieron ella y sus compañeros fue «colorear un corazón que nos dio la seño Mari Carmen». Pero no un corazón cualquiera, sino el que Jesús le enseñó a santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII, cuando le pidió que hiciera que toda la Iglesia conociera su corazón.

«Como cometemos tantos errores, Jesús nos enseña su corazón para que lo veamos», nos cuenta Sarah. Por eso aparece con llamas de fuego que salen de él, y con la cruz, una herida y la corona de espinas. Quiere que nos fijemos, a la vez, en lo que sufrió por nosotros y en la razón por la que lo hizo: que su corazón «arde» por amor a cada uno y por las ganas de perdonarnos. Así lo explica Maribel Serrano, responsable de Pastoral de este colegio.

Cuando habían terminado todos los dibujos, sigue Sarah, «todo el colegio se reunió» delante del edificio principal. Ahí estaban desde los más pequeños hasta los alumnos de 1º de Bachillerato, además de todos los profesores, formando un gran círculo en torno a un cuadro del Sagrado Corazón. Los alumnos iban con el uniforme de los días de fiesta. Todos juntos leyeron la oración de consagración y cantaron la canción Hay un corazón que mana. Pero de lo que más se acuerda esta niña es de cuando el padre Wagner, el director, al terminar «repitió tres veces “Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío”».

Todo el cole bajo su protección

Pero, ¿qué significa consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús? Maribel responde que es «tener siempre presente» que el Corazón de Jesús es el corazón de una persona que está viva. No hay que hacer nada concreto, solo «dejarnos abrazar» por este «amor de misericordia, que siempre nos acoge, nunca nos juzga y tiene los brazos abiertos» para perdonarnos. Darnos cuenta de esto también mueve nuestro propio corazón. «Quiero a Jesús porque nos ama y nos perdona», nos dice Sarah. Y «para que esté contento, tengo que portarme bien y querer yo a los demás».

Consagrarse todo el colegio junto, añade Maribel, significa «traer y poner bajo la protección de Jesús nuestras inquietudes, a nuestros alumnos y sus familias, con la historia de cada uno, sus penas y sus alegrías». En el colegio Cumbres ya tenían desde antes mucho cariño al Sagrado Corazón de Jesús. De hecho, cada primer viernes de mes, el día dedicado a Él, había Misa. Este año, por la pandemia, la Misa la tenía cada clase por separado, a lo largo de toda esa semana, y luego ese día se hacía algo especial, como ir con el Santísimo por las clases. Pero su fiesta suele caer ya en vacaciones. Al darse cuenta de que este año caía en un día de clase, se les ocurrió que hacer esta consagración era «la mejor forma de celebrarlo».

Comida para 40 familias

Menos de una semana después de consagrarse al Sagrado Corazón, en el colegio Cumbres han recogido casi una tonelada de comida y 1.800 euros para comprar más. Junto con todos los demás colegios de Regnum Christi de España y la Fundación Altius, llevan desde 2014 entregando alimentos a 2.200 familias. «Queremos que los alumnos también vean a Jesús que sufre en cada persona que lo pasa mal», explica Olga Quiñones, coordinadora de los apostolados del colegio.

Antes de la pandemia, 180 familias solidarias del colegio «traían cada mes la cantidad que pudieran de un alimento concreto que les pedíamos». Además, los alumnos mayores organizaban todo y hacían el reparto. Al llegar el coronavirus, en vez de 20 familias tuvieron que ayudar a 80. Y además, las normas impedían llevar los alimentos al colegio. Pero «las familias se movilizaron para que nadie dejara de recibir lo necesario». Cambiaron la entrega de alimentos por donativos, con los que luego se compraban los productos. Con la gran recogida de la semana pasada esperan que unas 40 familias puedan afrontar todo el verano.