Jesús Avezuela: la «cultura del acuerdo» es «la mayor urgencia democrática» - Alfa y Omega

Jesús Avezuela: la «cultura del acuerdo» es «la mayor urgencia democrática»

El director general de la Fundación Pablo VI ha reivindicado valores como el «encuentro, diálogo y consenso» durante la entrega de los Premio Populorum Progessio, que ha tenido lugar este miércoles

José Calderero de Aldecoa
Jesús Avezuela pronunciando su discurso
Jesús Avezuela pronunciando su discurso. Foto: José Calderero de Aldecoa.

El director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, ha señalado la «cultura del acuerdo» como «la mayor urgencia democrática». Así se ha expresado durante la entrega de los premios Popularum Progressio, que este miércoles han recogido Miguel Herrero y Miquel Roca en calidad de encargados de la redacción del texto de la vigente Constitución.

Precisamente, ante «la crisis de tolerancia» protagonista del contexto social «es preciso recordar el espíritu que los padres de la Constitución instituyeron», ha afirmado el también secretario del Jurado de los premios —integrado por un nutrido grupo de personalidades, como el presidente de la Conferencia Episcopal Española, la presidenta de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, o la secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Alessandra Smerilli—. El mismo Avezuela lo ha resumido utilizando palabras como «convivencia» y «bien común», que «están en la esencia de la edad moderna» y que están en «las bases constitucionales» españolas.

Por último, el director general de la Fundación Pablo VI ha subrayado que «el premio que hoy se otorga» a Herrero y Roca, «no solo viene a reconocer su extraordinaria trayectoria», sino que «nos pone sobre aviso de que es inevitable que las transformaciones sociales y culturales que se están fraguando darán lugar a nuevas fórmulas para regirse como sociedad y que en medio de ese panorama de transición no faltarán», como ya está ocurriendo, «aquellos que pretenderán conquistar el poder con derivaciones perniciosas».

En este contexto, «el ejemplo de los premiados nos recuerda la obligación que tienen las instituciones» como la Fundación Pablo VI «de educar y formarnos en la libertad, la responsabilidad, y en el ejercicio de una ciudadanía comprometida con los valores de encuentro, diálogo y consenso».

Criar la Constitución

Tras la intervención de Jesús Avezuela ha tomado la palabra Miguel Herrero, que ha comenzado su discurso señalando que «la Constitución no solo hubo que crearla, sino que hay que criarla», y eso requiere a su juicio de «prudencia» y «astucia para interpretarla y aplicarla lo mejor posible».

Esta tarea no es algo individual, «sino una obra colectiva». Por ello, Herrero ha recordado a los otros cinco padres de la Constitución que ya no están entre nosotros, y también a Adolfo Suárez, Felipe González y Santiago Carrillo, «sin cuyo protagonismo y capacidad de entendimiento no puede entenderse el éxito de nuestra empresa».

Por último, Herrero ha pedido no tener miedo a «reconocer que incluso el oponente puede tener parte de razón y, por lo tanto, debe de ser tomado en serio y tratado como algo valiosos, sin descalificarlo y, menos aún injuriarlo o amenazarlo».

Por su parte, Miquel Roca ha asegurado «que solo desde el respeto a la libertad de todos podemos reclamar la nuestra» y «que el progreso se escribe desde la estabilidad institucional, desde la voluntad de escuchar, de no tener miedo a la diferencia, aprendiendo a enriquecernos al hacerla posible».

Al final, «descubrimos que los grandes valores que la Constitución proclama, reclaman de todos nosotros una voluntad firme y sostenida de cosntruir proyectos colectivos, compartidos, inclusivos, solidarios». Y, «para ello, «el consenso que hizo posible la Constitución del 78, no debe ser solo la expresión de un momento de nuestra historia, sino, sobre todo, la base irrenunciable de su propia vigencia, de su validez y exigencia».

Acabar con las injusticias

Por último, ha intervenido Ginés García Beltrán, obispo de Getafe y presidente de la Fundación Pablo VI, que ha señalado que se trata de un «día especial» para «todos aquellos que creemos en la necesidad del encuentro, el diálogo y el desarrollo como camino hacia la paz y la justicia».

El prelado ha reconocido que «la situación de violencia y desigualdad» de la década en la que se promulgó la encíclica Populorum Progressio —1967— «no es ajena a los tiempos actuales». «Si bien el escenario ha cambiado, los desafíos continúan siendo urgentes». En este sentido, ha señalado «acabar con las injusticias que perpetúan la desigualdad, no solo en el ámbito económico, sino también en el acceso a la tecnología, la educación y la participación política».

Ante este momento, como «bien subrayó el Papa Montini -Pablo VI-, el desarrollo es el nuevo nombre de la paz y sigue siendo nuestro deber, como sociedad, buscar camino de encuentro que nos conduzcan a un bien común más sólido y estable».