Hoy repican las campanas - Alfa y Omega

Un día así tiene algo de especial. Para un pueblo no es un día cualquiera.

Empezó ya días atrás, cuando a un grupo de cinco o seis se les vio con escobas, cubos de fregona y demás utensilios. Se notaba que algo iba a suceder. Con toda su mejor voluntad y la pericia que da la experiencia de los años, limpiaron en esa tarde la iglesia, como algo que forma parte de sus vidas. Esa misma tarde, dos o tres mujeres ya quedaron en coger flores del jardín de Piedad, que es el más poblado y quizás el mejor cuidado, pues el santo sin flores no se iba a quedar, ¡faltaría más! Pero esa tarea la harían al día siguiente, mientras Mauro segaba las hierbas que crecieron después de las últimas lluvias.

Toda fiesta tiene su preparación, y la del patrono del pueblo, en Villafruel, no es menos.

Otros años, la víspera después de tocar las campanas nos juntábamos a comer el torreznillo con un poco música de dulzaina, pero este año con todo esto de la pandemia… no es conveniente, comenta Simón, a la sazón presidente de la junta vecinal.

Y allí estamos celebrando la Eucaristía todo el pueblo reunido, no sé si faltaba alguno. Eran varios los familiares que se habían acercado a compartir fiesta, fe y mantel. Es importante sentirnos pueblo y comunidad. Y es realmente interesante que lo celebremos en torno a la mesa de la Eucaristía, escuchando su Palabra y compartiendo su Cuerpo. No sé si lo valoramos lo suficiente.

Cada uno aporta su granito: Isabel entona las canciones y todos cantamos; Valle hace las lecturas, y Ricardo ha preparado un refresco –saludable y con distancia– a la salida de la iglesia para todos. Viviendo y celebrando la fe juntos, dando gracias como pueblo por el año vivido, escuchando la Palabra y con un apretón de manos para darnos la paz. Y desde esa paz caminar juntos hacia un año más.

Es un día hecho para la fiesta en comunidad, juntando muchos esfuerzos, compartiendo la Palabra y la Mesa. Es mucho más bonito de lo que normalmente creemos, y vivido como pueblo, un pueblecito que en los días de heladas es de 15 personas.

Quizás en lo pequeño y de los pequeños podemos aprender algo.