Homenajes a Benedicto XVI - Alfa y Omega

Homenajes a Benedicto XVI

Colaborador

Contexto histórico de la tesis doctoral de Ratzinger

El pasado jueves, en la Universidad San Dámaso, bajo la presidencia del cardenal arzobispo de Madrid, se presentó este libro del joven Joseph Ratzinger, que ya reseñó en su día Alfa y Omega, publicado por Ediciones Encuentro. Escribe el profesor Aroztegi, que participó en la presentación:

En 1520 Lutero había escrito: «La esencia, vida y naturaleza de la cristiandad no es una congregación o reunión corporal, sino una congregación de los corazones en una fe». El reformador distinguía muy netamente entre Iglesia invisible y visible: la invisible es obra de Dios; la visible, por el contrario, es producto puramente humano y tiene el valor sobrenatural que, según él, corresponde a las obras del hombre, es decir, ninguno. Desde entonces, la eclesiología católica —tras la estela de las Disputationes de Bellarmino— se centró en la Iglesia visible: quería mostrar que también ella es obra de Jesucristo. Esto era sin duda una tarea importante y necesaria, pero con ello no se decía todo lo que debía decirse de la Iglesia.

En el período de entreguerras surgió una eclesiología que intentaba recuperar la dimensión del misterio mediante la categoría de cuerpo místico. Al principio, fue acogida con entusiasmo. Sin embargo, a finales de los años treinta empezó a ser criticada, entre otros, por Mannes Dominikus Koster. Según este autor, la expresión cuerpo místico pertenece más a la doctrina de la gracia que a la eclesiología, pues no designa la realidad comunitaria concreta y estructurada de la Iglesia. Además, se trata de una metáfora, mientras que es misión de la teología pasar de las imágenes a los conceptos. Koster proponía como categoría más adecuada para referirse a la Iglesia la de pueblo de Dios; la exégesis bíblica y el examen de las fuentes litúrgicas corroborarían esta elección. Gottlieb Söhngen había quedado muy impresionado por la obra de Koster, aunque detectó una laguna en la argumentación de este autor: el examen de la tradición patrística. Así, sugirió a su discípulo Joseph Ratzinger que estudiara el tema en Agustín, con la esperanza de apuntalar la tesis de Koster con la autoridad del obispo de Hipona. Los resultados de la investigación no fueron los que Söhngen esperaba, pues las ideas de Koster no fueron corroboradas: en Agustín la expresión pueblo no designa casi nunca a la Iglesia, sino a su tipo (Israel) y a su contratipo (los paganos). Para referirse a la naturaleza peculiar de la Iglesia, Agustín prefiere la categoría de Corpus Christi. Ahora bien, en él esta expresión no tiene un sentido místico y difuminado —como sucedía en la eclesiología del período de entreguerras—, sino eucarístico (en los Padres, el adjetivo mysticum no hace referencia a misticismo, sino al sacramento): «La expresión se refiere más bien a la Iglesia como realidad comprendida concretamente en la Eucaristía, creída a partir de ésta y convertida por medio de ella, a la vez, en plenamente interior y plenamente pública».

Según Ratzinger, esto no significa que la eclesiología del pueblo de Dios carezca de valor. Ahora bien, será fecunda tan sólo en la medida en que tenga en cuenta que «la Iglesia es pueblo de Dios sólo en y por el cuerpo de Cristo».

Desde que se publicó esta obra en 1954, se han producido importantes avances en la investigación agustiniana (tanto en el ámbito de la crítica textual como en el de los estudios monográficos). No obstante, el libro de Ratzinger no sólo no ha perdido actualidad, sino que, en mi opinión, la ha ganado. Como es bien sabido, el Concilio Vaticano II ha dado un peso nuevo al concepto de pueblo de Dios, al cual ha dedicado todo un capítulo de la Constitución sobre la Iglesia. Pienso que la tesis doctoral de Ratzinger puede ayudarnos a leer este capítulo desde una perspectiva adecuada.

Manuel Aroztegi Esnaola

Pueblo y casa de Dios en la doctrina de san Agustín sobre la Iglesia
Autor:

Joseph Ratzinger

Editorial:

Ediciones Encuentro

Año de publicación:

2012

Páginas:

312

Precio:

38,00 €

El Papa que combatió el relativismo

Si Juan Pablo II enterró el comunismo, a Benedicto XVI «le correspondió diagnosticar el relativismo» en el que vivimos, «la dulce tiranía que ha conseguido eliminar la referencia a las raíces cristianas de los tratados europeos y ha reemplazado el derecho a la vida por el derecho al aborto». Lo dijo el eurodiputado Jaime Mayor Oreja, presidente de la Fundación Valores y Sociedad, durante la reciente presentación de Hablando con el Papa (Planeta Testimonio), un libro homenaje a Benedicto XVI, coordinado por Francisco José Contreras e Ignacio Sánchez Cámara, en el que 50 personalidades de diversos ámbitos comentan textos del ahora ya Papa emérito.

Hablando con el Papa
Autor:

Francisco José Contreras e Ignacio Sánchez Cámara (editores)

Editorial:

Planeta Testimonio

Año de publicación:

2013

Páginas:

488

Precio:

21,00 €