Gentes: Robert Sarah, presidente del Consejo Pontificio Cor Unum (en Palabra) - Alfa y Omega

Cuando me nombraron arzobispo de Conakry, ante las nuevas responsabilidades y el aumento de trabajo, decidí dedicar, cada dos meses, tres días al ayuno, a la oración y a la reflexión. En esos días, tenía como únicos acompañantes y como único alimento al Santísimo Sacramento y a la Sagrada Escritura. En los días más específicamente dedicados a la oración, aumenta nuestra humildad y nuestro afán de santidad, y se fortalece nuestra amistad con el Señor.