Gentes: Abel Hernández, periodista (en La Razón)
El estallido del radicalismo musulmán, impulsado por el amenazante Estado Islámico, está arrasando comunidades cristianas enteras y desatando una ola de persecución sin precedentes, sin que las democracias de Occidente, de cultura originalmente cristiana, ni las Naciones Unidas alcen la voz. También guardan silencio culpable los intelectuales y los líderes de opinión. Las noticias se suceden entre la indiferencia general.
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