Gema Varona sobre los abusos en la Iglesia: «Los pasos que se han dado son valientes, pero insuficientes» - Alfa y Omega

Gema Varona sobre los abusos en la Iglesia: «Los pasos que se han dado son valientes, pero insuficientes»

Un estudio financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y en el que participa la investigadora de la Universidad del País Vasco, concluye que las víctimas «no se sienten reparadas»

Fran Otero
Gema Varona, investigadora de la Universidad del País Vasco. Foto: ABC

Gema Varona, investigadora del Instituto Vasco de Criminología de la Universidad del País Vasco, es una de las autoras de un informe pionero sobre los abusos sexuales de menores en instituciones religiosas desde el punto de vista de las respuestas restaurativas. La conclusión de la investigación, realizada entre 2018 y mediados de 2021, es, según la propia Varona, «triste», pues las víctimas «no se sienten reparadas». «Los pasos que se han dado son valientes, pero son insuficientes», afirma en entrevista con Alfa y Omega.

El estudio, que ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y cuenta con la participación coordinada de tres universidades –Universidad del País Vasco, Universidad de Barcelona y Universitat Oberta de Catalunya– ha abordado la realidad desde diferentes perspectivas. La conclusión de Varona se extrae de entrevistas con 48 víctimas, 14 periodistas, cuatro personas que trabajan en justicia restaurativa, expertos que han colaborado con víctimas y dos sacerdotes. En total, unas 60 personas.

Uno de los principales problemas, también reproche de las víctimas a la Iglesia, tiene que ver con la victimización secundaria, que se refiere a la actitud con la que se acoge, se cree o se repara a la personas que ha sufrido el abuso. «La primaria quizás no se haya podido prevenir, pero nos encontramos que tanto en los ámbitos penal como canónico, las víctimas han encontrado incomprensión. Es cierto que muchos casos han prescrito, pero esto no es óbice para que se dé un buen trato en la recepción de denuncias», añade.

En este sentido, recuerda que existen unos estándares internacionales para no causar una doble victimización. Esto significa, señala la investigadora, dar a las víctimas buena información, tratarlas con respeto, no dar largas y ser francos con ellas u ofrecer algún tipo de reparación moral o de apoyo.

Varona aplaude que hay órdenes religiosas que están financiando programas de justicia restaurativa o realizando informes o diócesis como la de Madrid –la cita expresamente– que ha creado recursos de apoyo, pero añade que en este momento «conviene decir que lo que se ha hecho es insuficiente».

Lo que pide las víctimas son, fundamentalmente, tres cosas. Reconocimiento, esto es, «que no se niegue lo sucedido; reparación, que, según Varona, puede ser una simple petición de perdón, que se concedan becas educativas, que se elimine de la página web la foto de un abusador o que se validen los protocolos; y justicia, es decir, «que no vuelva a suceder».

La respuesta de los sacerdotes

El estudio, del que se han avanzado algunas conclusiones en una jornada celebrada este lunes en San Sebastián y que va a ser publicado en formato libro en los próximos meses, también intenta medir qué diferencia hay entre el daño producido en las víctimas de abusos producidos en el seno de la Iglesia con respecto a otros ámbitos. «Es un impacto gravoso en términos de daño espiritual y, sobre todo, persiste en el tiempo», subraya Gema Varona.

También se ha tomado el pulso a un grupo de sacerdotes no abusadores, que reconocen que ha habido un cambio en la institución y que se sienten incómodos con el tema, y se han estudiado las sentencias penales que existen, que son pocas y con penas más elevadas, una circunstancia que se explica en la existencia de «un mayor reproche penal».