Francisco vuelve a condenar el uso ideológico de la Virgen de Guadalupe
Pide centrarse durante esta festividad en la maternidad de María y «la tilma, la rosa y el indio». «Todo lo que se diga, más allá de eso, es mentira»
El Papa ha denunciado este jueves en la basílica de San Pedro mientras presidía la Eucaristía con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe su uso «ideológico» para «sacar provecho» de esta advocación mariana que es patrona de México y de las Américas. Durante la celebración, se han escuchado lecturas y cánticos en español, aparte de la propia homilía de Francisco.
«Embarazada, mientras anuncia el nacimiento del salvador… ¡Con qué ternura le dice al indio: “No tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre?”», ha recordado el Papa Francisco. El primer pontífice hispanoamericano de la historia ha confesado además que, mirando la imagen de la Virgen, normalmente le vienen a la mente «tres cosas sencillas». Primero la madre, después las rosas y por último la tilma, el manto con el que el indio Juan Diego recogió las flores.
«La maternidad de María queda grabada en esa tilma sencilla», ha dicho el Santo Padre, para después insistir en que esa «maternidad de María se muestra con la belleza de las rosas que el indio encuentra y lleva». Y ha recalcado de nuevo que «la maternidad de María hace el milagro de llevar la fe a los corazones un poco incrédulos de los prelados». Después, ha vuelto a condenar el uso ideológico de esta devoción. Una usurpación contra la que ya ha protestado en otros años durante esta fiesta. A su juicio, los elementos centrales en torno a esta advocación son «la tilma, la rosa y el indio». Y «todo lo que se diga del misterio guadalupano, más allá de eso, es mentira».
Finalmente, el Papa ha recalcado que esa cita célebre de la Virgen, «¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?», son unas palabras que deben escucharse en «los momentos de la vida, los diversos momentos difíciles de la vida, los momentos felices de la vida y los momentos cotidianos de la vida».