Francisco «tuvo una noche tranquila»
El Vaticano ha informado a primera hora de la mañana del estado de salud del Papa después de que el pasado martes por la tarde saltaran todas las alarmas
Mensaje tranquilizador acerca de la salud del Papa. Después de que este martes por la tarde saltaran todas las alarmas, Francisco «tuvo una noche tranquila, se despertó y desayunó», ha anunciado a primera hora de este miércoles —a la misma hora que el Pontífice tendría que estar presidiendo la audiencia general— la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
También el corresponsal de ABC en el Vaticano y colaborador de Alfa y Omega, Javier Martínez-Brocal, ponía en contexto el empeoramiento de la situación. «El Papa podría mostrarse en público ya este domingo para el ángelus a mediodía. El Vaticano está estudiando con qué modalidad, por ejemplo, desde una capilla o desde una ventana del hospital», informó el periodista al mismo tiempo que indicó que «la convalecencia podría durar más de dos semanas».
Ambas informaciones matizan de algún modo el parte médico del martes por la tarde, que generó inquietud en toda la Iglesia. En él se anunció que el Santo Padre sufría una «neumonía bilateral» y que, por lo tanto, requirió una «nueva terapia farmacológica». Un nuevo problema que se sumaba a la bronquitis que ya arrastraba desde hace días. Aunque ni uno ni otra afectación han podido acabar con el «buen humor» del Pontífice, según el Vaticano.
Junto con la neumonía y el humor, el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede revelaba que el Pontífice había pasado el día intercalando momentos de oración, de lectura y de descanso. También pudo despachar algunos asuntos de urgencia, que le llegaron a través de sus secretarios. De hecho, Francisco aceptó el pasado martes la renuncia del obispo canadiense Jean-Pierre Blais, que ha sido acusado de abusos.