Francisco sigue mejorando, no tiene fiebre y presenta buena circulación

«Las condiciones clínicas del Santo Padre están mejorando ligeramente», repite la Oficina de Prensa de la Santa Sede por segundo día consecutivo en un mensaje muy similar al que emitió el pasado miércoles. Por lo que, al igual que hoy se encuentra mejor que ayer, también se espera que mañana lo haga mejor que hoy.

En un comunicado revelado en la tarde de este jueves, rozando las 20 horas y redactado en italiano, la Sala Stampa recuerda que Francisco «es apirético», es decir, que no tiene fiebre. Y que «sus parámetros hemodinámicos siguen siendo estables», esto es, que no está presentando ningún problema en su circulación sanguínea.

Además, el boletín recuerda que «esta mañana ha recibido la Eucaristía», no que la haya presidido, por lo que muy probablemente siga manteniendo ese «reposo absoluto» que se le encargó. Y que «se ha dedicado a actividades laborales». Algo que ya ha hecho en estos días, por ejemplo, cuando el martes nombró a un nuevo obispo en Canadá.

Conviene destacar también que todos estos días el Papa ha estado llamando por teléfono a la parroquia de Gaza para conocer la situación allí. Una labor que no podría realizar entubado —algo que por ahora no se ha barajado en ningún momento— y que indicaría que progresivamente va respirando mejor.

Esta información se suma al escueto comunicado que la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha lanzado este mismo jueves a primera hora. En él, sus profesionales han asegurado que «ha pasado una noche serena» y que, ya por la mañana, «se levantó y desayunó sentado en el sillón».

El Pontífice, de 88 años, fue hospitalizado el pasado viernes por problemas de respiración. Tras un examen más profundo, los médicos identificaron un cuadro clínico «complejo» compuesto por una bronquitis por infección polimicrobiana. Además, el martes se supo que también padece una neumonía bilateral.