Francisco prologa el libro de Enzo Bianchi que habla sobre fraternidad
El autor fue apartado durante el pontificado del Papa de la comunidad que él mismo fundó
En un movimiento sorprendente, el Papa ha prologado el último libro de Enzo Bianchi, publicado por la editorial Einaudi y que lleva por título Fraternidad. La noticia no parece tener nada de relevante, pero resulta que este miembro de la congregación de Hermanos de la Sagrada Familia fue apartado de la comunidad Bose, que él mismo fundó, bajo el beneplácito de Francisco.
De hecho, la publicación del libro de Bianchi coincide con la fundación de una nueva comunidad monástica, la Casa de la Madia, tras ser apartado de la comunidad Bose.
En el prólogo, el Pontífice alaba sin tapujos al «hermano Enzo Bianchi», quien «con su habitual profundidad humana e inteligencia espiritual, muestra que la fraternidad es la vocación de la humanidad». De hecho, «todos somos hermanos en humanidad, mortales», escribe el Papa, «pero con conciencia de estar vivos para estar en relación unos con otros».
En su texto, Francisco asegura que «el gran don que podemos acoger es el otro», sean este quien sea. Es más, «si ponemos uno al lado del otro, siempre tenemos enfrente a un hermanos, a una hermana, y sentimos que tenemos una misma vocación: pasar de decir “yo” a decir “nosotros”, para vivir juntos».
Alegato contra la guerra
El Papa también ha aprovechado la ocasión para hacer un alegato contra «el demonio de la guerra», muy presente en la actualidad y que «se manifiesta en la rivalidad que llegas hasta la negación» y «el asesinato del otro».
Frente a esta realidad, la fraternidad «debe regenerarse siempre y resistir a la rivalidad que conduce a la violencia y a la guerra», ha instado Francisco. Aunque ha reconocido que hoy la sociedad carece en gran medida de esta actitud. Y «sin fraternidad, la igualdad y la libertad seguirán siendo siempre valores amenazados, débiles y fácilmente contradichos».
Por último, el Pontífice ha afirmado que la fraternidad, en realidad, es una elección. Se trata de elegir «el rechazo de la exclusión, la voluntad de reconciliación, el deseo de una profunda comunión humana».