Francisco insiste en que se retome «seriamente» el proceso de paz en Sudán del Sur - Alfa y Omega

Francisco insiste en que se retome «seriamente» el proceso de paz en Sudán del Sur

El Papa escucha los testimonios de algunos niños que viven en campos de desplazados

Redacción
El Papa durante el encuentro con desplazados internos. Foto: CNS / Paul Haring.

El Papa Francisco ha lanzado este sábado «el más apremiante llamamiento» a que cesen los conflictos y se retome seriamente el proceso de paz en Sudán del Sur en el encuentro que mantuvo con los representantes de los dos millones de desplazados internos, en su segunda jornada de viaje al país, informa EFE.

«Expreso con todas las fuerzas, el más apremiante llamamiento a que cese todo conflicto, a retomar seriamente el proceso de paz para que finalicen las agresiones y la gente pueda volver a vivir de manera digna. Solo con la paz, la estabilidad y la justicia podrá haber desarrollo y reintegración social. Pero no podemos esperar más», ha dicho tras escuchar los testimonios de algunos niños que viven en los campos para desplazados.

Como ha recordado el Pontífice en el Freedom Hall de Yuba, donde ha escuchado sus testimonios, «un gran número de niños nacidos en estos años solo ha conocido la realidad de los campos para desplazados, olvidando el ambiente del hogar, perdiendo el vínculo con la propia tierra de origen, con las raíces, con las tradiciones. No puede haber futuro en los campos para desplazados».

«Se necesita […] que todos los jóvenes tengan la posibilidad de ir a la escuela y también el espacio para jugar al fútbol», ha dicho Francisco a Johnson, uno de los chicos que ha presentado su experiencia.

Johnson Juma Ale, de 14 años, que vino del campamento de Malakal, ha relatado al Papa: «Vivo en el campo con mi madre y mi padre. No tienen trabajo, pero uno de mis tíos les envía ayuda desde Yuba. Cuando me envía algo de dinero, puedo comprar ropa».

«Queremos paz para que la gente pueda volver a la ciudad de Malakal, a sus hogares. La vida en el campo no es buena porque la zona es pequeña y está abarrotada. No hay espacio suficiente para jugar al fútbol. Muchos niños no van a la escuela porque no hay suficientes profesores y escuelas para todos», ha explicado.

Por su parte Joseph Lat Gatmai, de 16 años, procedente del campo de Bentiu, al que llegó con 8 años, le ha dicho al Papa que su vida en el campo «no es agradable». «Y me preocupa cómo será en el futuro, incluida la de los otros niños. A lo largo de los años, mis padres, así como otras familias desplazadas, han sobrevivido gracias a la ayuda humanitaria. Si hubiera habido paz, me habría quedado en mi casa, habría vivido una vida mejor y habría disfrutado de mi infancia», ha continuado

El Papa, que inicialmente iba a visitar uno de estos campos de Sudán del Sur, pero que no lo pudo hacer por sus problemas de movilidad, también ha destacado «que las madres, las mujeres son la clave para transformar el país», por lo que rogó «a todos los habitantes de estas tierras que la mujer sea protegida, respetada, valorada y honrada. Si no, no habrá futuro».

A los desplazados les ha pedido que «aunque los conflictos, la violencia y los odios hayan arrancado los buenos recuerdos de las primeras páginas de la vida de esta República, sean ustedes los que vuelvan a escribir la historia de paz».

«Yo les agradezco su fortaleza de ánimo y todos sus gestos de bien, que son tan agradables a Dios y hacen valioso cada día que viven», ha añadido.

En su discurso, Francisco ha agradecido el trabajo de las organizaciones humanitarias y ha subrayado que «un país no puede sobrevivir con ayudas externas, sobre todo teniendo un territorio tan rico de recursos; pero ahora dichas ayudas son extremadamente necesarias».

Y ha honrado a los numerosos trabajadores humanitarios que han perdido la vida, exhortando «a que se respeten las personas que ayudan y las estructuras de apoyo a la población, que no pueden ser objeto de asaltos y vandalismo».

La unidad, misión de los cristianos

Tras el encuentro con los desplazados, el Papa ha participado en un encuentro ecuménico con el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields, en el que ha asegurado que los que se llaman cristianos tienen que elegir el bando donde estar y ha destacado que quien elige la guerra traiciona a Dios.

En este encuentro, en el que han participado cerca 50.000 personas en el Mausoleo John Garang y ante los otros líderes cristianos que lo acompañan, ha añadido: «Los que se llaman cristianos deben elegir bando. Quien sigue a Cristo elige la paz, siempre; quien desata la guerra y la violencia traiciona al Señor y niega su Evangelio».

En este país, cerca del 50 % son cristianos, de los que el 36 % se confiesan católicos, pero también hay una representación de anglicanos y protestantes.

«El amor del cristiano no es solo por el prójimo, sino por cada uno, porque cada uno en Jesús es nuestro prójimo, nuestro hermano, incluso el enemigo; tanto más los que pertenecen al mismo pueblo, aunque sean de etnia diferente», ha subrayado el Pontífice en este país en el que han muerto más de 400.000 personas por una guerra civil desatada tras la independencia en 2011.

Así, ha pedido a los cristianos esfuerzos «por esta unidad fraterna entre nosotros, los cristianos». «Ayudémonos a transmitir el mensaje de la paz a la sociedad, a difundir el estilo de no violencia de Jesús, para que en quien se profesa creyente no haya más espacio para una cultura basada en el espíritu de venganza», ha agregado

«Que el tribalismo y la división en facciones, que alimentan la violencia en el país, no afecten las relaciones interconfesionales. Al contrario, que el testimonio de unidad de los creyentes repercuta en el pueblo», ha clamado ante una sociedad fuertemente tribalizada y que no ha logrado implementar los acuerdos de paz firmados en 2018.