Forzado a emigrar a punta de pistola - Alfa y Omega

Forzado a emigrar a punta de pistola

Osman Monterroso y su familia consiguieron sobrevivir en Honduras a la Mara Salvatrucha y empezar una nueva vida en España gracias a la Iglesia

José Calderero de Aldecoa
Hasta que su hijo fue testigo de un asesinato, Osman Monterroso (a la izquierda) vivía acomodadamente en su país y no tenía intención alguna de marcharse. Foto: José Calderero de Aldecoa

Tacamiche (Honduras). 15 de septiembre de 2013. Aquel día Axel no fue al colegio. Se quedó en casa porque no se encontraba del todo bien. Esta decisión intrascendente, sin embargo, provocó que su familia se convirtiera en objetivo de una de las bandas criminales más peligrosas de Centroamérica: la Mara Salvatrucha (MS). «Mi hijo se encontraba en el patio de casa cuando aparecieron dos sicarios y dispararon 30 o 40 veces contra nuestro vecino», asegura su padre, Osman Monterroso. El niño, con tan solo 10 años, fue testigo del brutal asesinato y además reconoció a uno de los pistoleros. «Se trataba de un antiguo compañero de trabajo, que había dejado la empresa de autobuses y se había hecho pandillero. Axel lo conocía perfectamente». De esta forma, la familia Monterroso se convirtió en el siguiente objetivo de la MS, que acostumbra a no dejar a los testigos vivos para que nadie les pueda culpar de los crímenes. Comenzó una huida a la desesperada para Osman, su mujer, Yadira, y sus hijos, Olga y Axel. O huían o acabarían acribillados a balazos como su vecino.

La aventura trepidante de la solidaridad

José Calderero conoció a Osman en la madrileña parroquia de San José de Calasanz. Se encontraba haciendo un reportaje para este periódico sobre la labor de Cáritas. Él fue uno más dentro de la ingente cantidad de personas que desfilaron aquella mañana ante los responsables de la Cáritas parroquial para pedir ayuda. «Uno más, excepto por su sonrisa y por la truculenta historia con la que cargaba a sus espaldas. Hice aquel reportaje y no pretendía escribir ningún libro, pero algo en mi interior me empujó a profundizar en la historia de Osman», señala el autor. El resultado: Inscritos en el libro de la muerte, una obra que es una aventura por escapar de la muerte, un grito de denuncia ante un mundo regido por la violencia y la corrupción, y un canto a la esperanza protagonizado por aquellos que no se dejaron llevar por los prejuicios y tendieron la mano a Osman y su familia.

Redacción

La familia consiguió salir del país y llegaron a España. «Al principio nos acogió un familiar, pero nos echó a la calle a los 28 días, en cuanto se nos acabó el dinero», rememora Monterroso. Con una mano delante y otra detrás, fue la Iglesia a través de Cáritas Diocesana de Madrid la que ayudó a estos hondureños a salir adelante. Hubo, sin embargo, quienes se aprovecharon de la situación y, por ejemplo, contrataron a Osman «para algún trabajillo» y luego no le dieron el dinero acordado, o quien le contrataba para jornadas extenuantes por una cantidad irrisoria. A pesar de todo, Osman y su familia consiguieron salir adelante, aunque solo respiraron más tranquilos cuando obtuvieron el permiso de residencia y trabajo. Así lograron sortear una deportación que, en su caso, era sinónimo de muerte.

Inscritos en el libro de la muerte
Autor:

José Calderero de Aldecoa

Editorial:

ExLibric

Año de publicación:

2020

Páginas:

132

Precio:

12 €