Llevamos varias semanas nerviosos porque se acerca un día muy importante. Nuestra pequeña cumple 6 años. Veo sus fotos de hace unos años y me parece que fue ayer cuando llegábamos a China y nos veíamos por primera vez.
El día del cumpleaños lo celebramos por todo lo alto: globos, tarta, regalos… lo que haga falta para que cada segundo del día lo recuerden siempre. Para mí es un día agridulce. En mi cabeza se agolpan muchos pensamientos y, en mi corazón, muchos sentimientos. Por un lado pienso en el día que nacieron: no sé si la fecha en la que celebramos su cumple coincide con ese día, y eso duele un poquito. Por otro lado, viajo a ese día y me visualizo en el hospital en cada nacimiento de mis hijos. Busco datos y personas, pero no encuentro nada. Me imagino a un bebé, a una mamá muy valiente, pero rota de dolor. Me gustaría abrazarlos a los dos y decirle a ella que esté tranquila, que todo va a salir bien, que volveremos a vernos y podrá estar orgullosa de sí misma y de ese bebé. Y se me empañan los ojos y viajo de vuelta. Y miro a mis hijos. Y los abrazo una y otra vez. Y ahora sí puedo decirles cosas. Les digo que siempre voy a estar con ellos, que no pienso perderme ni un solo momento de su vida, que ya me perdí bastante. Que estaré en cada partido, en cada baile de fin de curso, cada día, yendo al cole, merendando, celebrando cada cumple, cada fecha importante de su vida. Porque lo más doloroso de mi maternidad es aceptar que hay cosas que no sé y tener que imaginarme cada día del tiempo que me perdí.
A veces hablamos de las mochilas de los niños adoptados, de la huella que les deja el abandono. Esta es mi mochila de madre. Cada día cargo con ella. Unas veces me pesa más, otras no me doy cuenta de que la llevo. Pero ahí está, me ayuda a exprimir cada día al máximo.
Entre todos sanamos nuestras heridas porque eso hace la familia. Nos cuidamos, nos entendemos, nos queremos y nos damos impulso para salir adelante. Ellos son la inercia que necesita esta familia. Ver sus caras de alegría cada día, y más estos días de celebración, me llena de una felicidad que no puedo explicar.
Lleva @mishilosrojos