Fallece la fundadora de la Comunidad del Cenáculo: «¡Nada de pobrecita! Me voy muy tranquila y feliz» - Alfa y Omega

Fallece la fundadora de la Comunidad del Cenáculo: «¡Nada de pobrecita! Me voy muy tranquila y feliz»

La obra de Maria Elvira Petrozzi ha sacado de las drogas y el abandono a miles de jóvenes desde los años 80

Redacción

Ha fallecido Maria Elvira Petrozzi a los 86 años de edad en la casa de Saluzzo, donde vivió los últimos años de enfermedad atendida por las hermanas de la comunidad que fundó. La de Saluzzo es la primera de las casas de la Comunidad del Cenáculo que Madre Elvira abrió en 1983.

La Comunidad comunica que la religiosa ha vuelto al Padre «serena» y «rodeada de la oración y del cariño de toda la gran familia de la comunidad». Madre Elvira llevaba tiempo preparándose para este momento y también preparando a los miembros de su comunidad. Había dejado dicho: «Y cuando digan: ¡Elvira ha muerto!, ustedes deben cantar, deben bailar y festejar… ¡porque estoy viva! ¡Ay de ti si dices: Pobrecita…! ¡No, nada de pobrecita! Me voy muy tranquila y feliz y canto… ¡ya estoy cantando! Delante de mí se abrirá algo inmenso… ¡la vida no muere!».

La religiosa ha fallecido precisamente en el 40 aniversario de la obra que fundó en 1983. Marcada por una infancia con un padre alcohólico y toxicómano, maduró a lo largo de su vida la idea de ayudar a las personas que sufrían dependencias. «Si mi padre hubiera sido confiable, respetable, un hombre que pensaba en su familia, quizá no hubiera sido quien soy ahora. Mi padre me enseñó la pobreza, la humildad», repetía.

No fue hasta los años 80 cuando pudo abrir con mucho esfuerzo la primera casa de la Comunidad del Cenáculo, en Saluzzo, en el norte de Italia, y comenzó a implementar un sistema de recuperación basado en la amistad, la oración y el trabajo para las personas que acogía. Así, su obra se extendió por todo el mundo, también en España, hasta abrir más de 70 comunidades.

Hace unos días, Madre Elvira pudo celebrar los 40 años de su obra con una celebración llamada la Fiesta de la Vida. Del 13 al 16 de julio, miles de jóvenes, padres y amigos de la familia de la Comunidad acudieron a visitar a la fundadora para darle las gracias por su obra y acompañarla en sus últimos días con numerosos gestos de cariño y oraciones.