Etapa 5: Burgos. «Con la COVID-19 ya no se ven turigrinos»
El comienzo del Año Santo Compostelano, que se inició el pasado 31 de diciembre con la apertura de la Puerta Santa, nos sorprende en Burgos. Allí nos recibe Fran Marcos (en la foto con un peregrino), responsable del Secretariado del Camino de Santiago de la diócesis y párroco de Hontanas, un pueblo de tan solo 20 habitantes por el que el año pasado transitaron 50.000 peregrinos. La pandemia ha reducido esa cifra casi a cero. «Los que han llegado hasta ahora han sido pocos, pero con motivos muy profundos».
¿Cómo han vivido la apertura de la Puerta Santa de la catedral de Santiago?
Ha sido sorprendente. Alrededor de 300 peregrinos me han escrito para felicitarme la Navidad. Muchos de ellos, sobre todo de Polonia, Holanda, Alemania e Italia, me decían que estaban esperando a que empezara la retransmisión en directo de la apertura de la Puerta Santa de la catedral de Santiago para conectarse desde sus casas. También me han escrito muchos diciéndome que quieren peregrinar este año, aunque no saben si podrán. Personalmente, veo que hay mucha voluntad, pero la gran incógnita es si tendrán la posibilidad de hacerlo.
¿Con la apertura de la Puerta Santa no han vuelto los peregrinos?
De momento no hay peregrinos. Desde hace mes y medio, prácticamente no pasa nadie. Es muy difícil. Hay que tener en cuenta que hay muchas localidades, e incluso comunidades, cerradas perimetralmente, y eso influye mucho. Antes pasaron algunos peregrinos, y luego, sorprendentemente, los vimos volver caminando, pero ya ni eso.
¿Peregrinos de vuelta?
Sí. No es un fenómeno nuevo, pero este es el año que más gente me he encontrado que vuelve caminando a su hogar. Además, su destino no era España, sino Europa. Sobre todo Francia, Italia y Holanda. Yo les decía que eran muy valientes y ellos me contaban que en el Camino se sentían más libres del virus. Muchos se habían quedado sin trabajo. Se notaban que eran auténticos peregrinos, de los de corazón, y no turigrinos.
¿Qué son los turigrinos?
Los turistas peregrinos. Ahora con la COVID-19 ya no se ven de estos. Los peregrinos que han llegado hasta ahora han sido pocos, pero con motivos muy profundos. Nadie se pone a caminar en medio de una pandemia mundial porque sí. Al contrario. De hecho, muchos de los que han pasado me contaban que la situación actual les ha hecho replantearse muchas cosas. Hay gente que incluso ha dejado sus trabajos después de cuestionarse sobre lo que estaban haciendo y lo que, en realidad, querían hacer en su vida.
¿De cuántos peregrinos estamos hablando desde la reapertura del camino?
De julio a noviembre tuvimos tan solo 200. Puede parecer mucho para un pueblo de tan solo 20 habitantes –siendo generoso–, pero la realidad es que no lo es. Hontanas sale en el Códice Calixtino como final de etapa y hace un año pasaron por aquí nada menos que 50.000 peregrinos, 20.000 de los cuales hicieron noche.
¿Qué es la Casa de Espiritualidad y Acogida Mambré?
Es la casa parroquial, que la hemos convertido en casa de espiritualidad y de acogida. Se abrió hace cerca de cuatro años para acoger a peregrinos que necesitaban descanso y lo habitual es que se queden una temporada; lo que necesiten. Además, es totalmente gratuita. Los que han salido de Francia, o de más lejos, llegan aquí físicamente agotados y, a veces, necesitan un descanso. La idea también es acoger a todos aquellos que buscan una experiencia de espiritualidad, de oración o silencio. En el fondo, la casa está abierta para servir al peregrino según sus necesidades. Si necesita reír, reímos; si llorar, lloramos.
Además de párroco en Hontanas es usted el responsable del Secretario del Camino de Santiago de la diócesis de Burgos. ¿Qué implica este cargo?
Se trata de animar la pastoral en torno al Camino de Santiago. Llevo tres años. En este tiempo hemos procurado conocernos todos los que estamos vinculados de cualquier forma al Camino, ya sean párrocos, voluntarios, responsables de albergues…. Y luego darnos a conocer y contar qué es lo que estamos haciendo. Este año pasado ya teníamos casi en imprenta un librito de horario, templos abiertos, sacramentos, casas de acogida…, pero la pandemia nos lo ha tirado para atrás.