Este miércoles comienza el juicio contra Asia Bibi en el Tribunal Supremo
Este es el momento de unir las manos en oración, en la esperanza de que la decisión final de la Corte sea justa y vuelva a dar a Asia la libertad. Se acerca un momento decisivo para la difícil y dura historia de Asia Bibi, la mujer y madre paquistaní cristiana condenada a muerte por blasfemia desde hace más de seis años. A menos que no se cancele y se postergue en el último minuto, este miércoles por la mañana comenzará la audiencia del proceso en su contra ante la Suprema Corte de Lahore. Se trata del último grado del juicio, después de la condena en primer grado en noviembre de 2010 que fue confirmada durante la apelación en otoño del año pasado
Como confirmó a Vatican Insider Joseph Nadeem, responsable de la Renaissance Education Foundation (REF) y tutor de la familia de la mujer, un colegio de tres jueces designados por el supremo tribunal será el que examine el caso, por petición del abogado defensor de Asia, el musulmán Saiful Malook. Comenzará de esta manera el nuevo proceso, que, normalmente, tiene tiempos breves y rápidos, pues tendrá solo dos audiencias.
«Este es el momento de unir las manos en oración, en la esperanza de que la decisión final de la Corte sea justa y vuelva a dar a Asia la libertad. Es también momento de pedir a todos los donadores y a todos los que les importa la vida de Asia un esfuerzo para afrontar los gastos legales: nuestra Fundación necesita ayuda». Fue el llamado que Nadeem lanza a través de Vatican Insider, además de haber pedido personalmente, en compañía del marido de la mujer condenada, Ashiq Masih, el apoyo en la oración de Papa Francisco, a quien pudieron visitar en un reciente viaje por Europa.
La cadena internacional de oración por Asia Bibi y el apoyo popular hacia su causa son iniciativas que han encontrado promotores en diferentes organizaciones internacionales como Call for mercy, Release International, Open Doors, Voice of Martyrs, International Christian Concern, CitizenGo, Hazte Oír. Algunos pastores protestantes en el Reino Unido convocaron a una especia de Jornada de oración por Asia Bibi. Y en el mundo católico, el caso de Asia ha conmovido a muchos monasterios de clausura, principalmente en Italia y España, en donde las monjas rezarán para que «en este nuevo proceso se glorifique el nombre de Dios».
Mientras tanto, Asia permanecerá en la cárcel de Multán, en donde se encuentra en una celda de aislamiento, en el corredor de la muerte. No estará personalmente en el aula durante el proceso, por evidentes motivos de seguridad. Algunos líderes islámicos han puesto precio a su cabeza, prometiendo hasta más de 5000 dólares a quien la mate. Aunque un juez decidiera liberarla y declararla inocente, la marca infame de «blasfema» le quedará siempre.
Su esposo, Ashiq, repite que «cada vez que vamos a verla, Asia pide la oración de los cristianos del mundo». Pero, además de las oraciones, lo que resultará determinante en el debate en el aula será la capacidad de su abogado defensor. Saiful Malook, que se comenzó a ocupar del caso solo en esta etapa del proceso. Malook se declara «listo para la defensa» y confía «en la liberación de Asia». Según su opinión, los procesos en primer grado y de apelación estuvieron viciados «por evidentes irregularidades», y se basaron «en pruebas dudosas y contradictorias». Por ello, como explicó en una generosa entrevista concedida a Vatican Insider, «según la ley, Asia debe ser absuelta».
El caso de Asia está comenzando su fase final: la mujer podrá ser absuelta y liberada o, en el caso de que se pronuncie la condena definitiva, (una vez pedida una petición más de «revisión de la sentencia», prevista por la Constitución), le quedaría solo la posibilidad de la gracia presidencial.