«Hace falta una especialidad en cuidados paliativos» - Alfa y Omega

«Hace falta una especialidad en cuidados paliativos»

El Ministerio de Sanidad quiere reducir la formación en cuidados paliativos a un diploma, pero los profesionales piden una especialidad propia «para no desproteger a los enfermos»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Marta y Blanca junto a Alonso, su profesor, delante del Hospital de Cuidados Laguna. Foto: Ana Pérez.

Blanca García de Cárdenas y Marta Ruiz Matallanas son alumnas de cuarto de Psicología en la Universidad Villanueva, en Madrid. Cada semana participan en un proyecto en el que varios estudiantes se acercan al Hospital de Cuidados Laguna para atender a un paciente de cuidados paliativos, mientras el resto de compañeros se suman a la sesión online.

Durante una hora aprenden cuidados paliativos haciendo cuidados paliativos. «Es algo de lo que no se suele hablar a lo largo de la carrera, pero es muy importante –dice Blanca–, porque ahora la esperanza de vida se está alargando tanto que es necesario llegar en buenas condiciones y vivir bien el final de los días», afirma Blanca. Por su parte, Marta destaca que estas prácticas «me están ayudando a ver el lado más humano de los cuidados paliativos, a descubrir a la persona detrás del paciente».

Alonso García de la Puente acompaña a las estudiantes en el Hospital de Cuidados Laguna. Foto: Ana Pérez.

Blanca y Marta son dos de los 1.400 alumnos que cada año participan en alguno de los 17 cursos en cuidados paliativos que ofrece Laguna. Su profesor, Alonso García de la Puente, también director del equipo psicosocial del centro, dice que estas sesiones «son un laboratorio con una persona que está realmente muriéndose, un paciente que, de alguna manera, hace a la vez de profesor».

Por los cursos de Laguna pasan médicos, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, auxiliares, farmacéuticos o fisioterapeutas, tanto de España como del extranjero, con la participación online de algunos de los mejores profesionales del mundo. E incluso son varios los hospitales españoles que llaman a las puertas de este centro para formar a sus profesionales. «Pero toda la formación que pueda haber en este ámbito siempre va a ser insuficiente», asegura Encarna Pérez, responsable del programa académico de Laguna, que defiende la necesidad de reconocer los cuidados paliativos como una especialidad médica propia: «Es preciso que los profesionales estén bien preparados y adquieran todas las capacidades necesarias para atender de la mejor manera posible a todas las personas en el final de su vida». Por eso, «igual que hay ámbitos de nuestra profesión que permiten una especialización, creo que también tiene que haberla en paliativos, debe ser una opción», dice Blanca.

Una oferta insuficiente

Hace apenas unas semanas, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) rechazó la oferta del Gobierno de crear un diploma de acreditación en cuidados paliativos, por ser una herramienta insuficiente «que no da respuesta a las complejas y estructurales necesidades de la atención paliativa» en España. Tras su negativa a aceptar esta rebaja en la formación, la SECPAL reunió a otras nueve organizaciones médicas para pedir la creación de una especialidad propia para esta materia.

«Todos los gobiernos que hemos tenido han fracasado a la hora de renovar el sistema de especialidades médicas, y, aunque ahora estamos en fase de información pública para crear nuevas áreas de capacitación específica (ACE), los cuidados paliativos no están contemplados como una de ellas», lamenta Carlos Centeno, director del Servicio de Medicina Paliativa en la Clínica Universidad de Navarra.

En cifras

50 % de las facultades de Medicina ofrece algún tipo de formación en cuidados paliativos

69 de las 107 escuelas de Enfermería ni siquiera tienen una asignatura en esta materia

Los cuidados paliativos «son una innovación en el área de la Medicina –afirma Centeno–, y lo lógico es que constituyeran una nueva ACE, como ya está sucediendo en otros países de Europa». Centeno, que cada año recibe varios mensajes de estudiantes de Medicina que querrían enfocar su carrera en este ámbito, afirma además que, mientras muchos profesionales «demandan una formación más especializada», las pocas plazas que salen en paliativos «las ocupan personas que no tienen capacitación suficiente». Y si no hay especialidad en cuidados paliativos, «cualquiera podría hacerlos, con lo que los propios enfermos estarían desprotegidos», añade Centeno. «Hoy por hoy, no tenemos garantías de que quienes están prestando este servicio estén bien formados».

En el caso de que los cuidados paliativos fueran una nueva ACE, «el que saldría ganando sería sobre todo el paciente», abunda Encarna Pérez, que pone como ejemplo el caso de una persona que precisara una operación del corazón y tuviera que conformarse con que le operara un médico cualquiera.

Esta carencia ha sido puesta de manifiesto en un reciente estudio de la Universidad de Deusto con datos de la SECPAL: solo una de cada 80.000 personas en España tiene algo de formación para efectuar estos cuidados, y, por ello, nueve de cada diez enfermos no recibe una mínima atención paliativa. «Hacen falta expertos especialistas en este campo. Y con urgencia», concluye Encarna Pérez.

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