Assumpta Serna: «Es de apreciar que la Iglesia no vaya a la moda» - Alfa y Omega

Assumpta Serna: «Es de apreciar que la Iglesia no vaya a la moda»

Los actores Assumpta Serna y Scott Cleverdon y el sacerdote Juan Carlos Sánchez dialogan sobre la importancia de que la Iglesia comunique de manera más eficaz

Fran Otero
Sánchez, Serna y Cleverdon se conocieron en el rodaje de la película Red de libertad. Foto: Fandiño

A simple vista, el libro Entre la espada y la pared (San Pablo), el libro que firman dos actores —Assumpta Serna y Scott Cleverdon— y un sacerdote de la diócesis de Ciudad Rodrigo —Juan Carlos Sánchez— puede parecer un manual, como dice el subtítulo que lo define, «para comunicar la Palabra». Y lo es, porque a lo largo de sus casi 300 páginas ofrece una serie de recursos para mejorar la predicación, las homilías, la lectura de la Palabra de Dios en las celebraciones o incluso las comunicaciones en vídeo para redes sociales.

Pero, fundamentalmente, el libro es una conversación entre amigos, entre personas inquietas, de culturas y lugares diferentes. Un encuentro que ha permitido, por ejemplo, que Assumpta Serna se leyera en dos días la Evangelii gaudium del Papa Francisco y quedase «maravillada», o que Juan Carlos Sánchez le desmontase su idea de Benedicto XVI. O para escuchar «las revelaciones» de Scott Cleverdon «en su camino hacia Damasco» y su confesión como «ateo cristiano».

Una conversación que se reproduce en la planta superior de la librería San Pablo, en pleno centro de Madrid. «Hemos tenido la oportunidad —toma la palabra Assumpta Serna— de que se nos explique la Iglesia desde dentro y entender su enorme paciencia y el contrapeso que ejerce». «Muchas veces nos preguntamos por qué no es más rápida o por qué no reacciona antes. Que no vaya a la moda es muy de apreciar». Por eso, añade Sánchez, el libro se dirige a lectores de diverso ámbito, «también a los no creyentes». Como Scott Cleverdon, que se sitúa en la increencia pero que muestra «respeto y fascinación por nuestra tradición judeocristiana». Y añade: «Es la razón por la que tenemos orden en las calles, escuelas, universidades… Los que quieren quemar todo esto no hacen más que quemar su propia casa».

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—¿Es urgente tomarse en serio la comunicación dentro de la Iglesia? ¿Qué está fallando?

—La Iglesia necesitasalir a comunicar de una manera mucho más eficaz [asegura el sacerdote].

—Coincido [añade la actriz]. Hay resistencias a mostrarse como uno es. Muchas de las malas prácticas llegan de complejos personales, de miedos, de personas que no quieren ser protagonistas de un acto que tiene que ser transmisión de la fe. Si uno proclama la Palabra de Dios como si fuera la lista de la compra no llega eficazmente. Es terrible ver personas sin pasión por comunicar. Hace falta un cambio de actitud.

—Hay gente que pone mucha pasión para decir mentiras y nosotros, que tenemos una Palabra muy importante, a veces la contamos como si fuera una mentira [afirma Sánchez].

Cleverdon coge una Biblia de una estantería, la abre y permanece en silencio. Serna le pregunta qué pasa. Y él responde: «¿No se escucha nada, no? La palabra solo es palabra hasta que alguien la dice. Esto es lo necesario y es lo que tenemos que explicar a los lectores». Ella insiste en este sentido en que los sacerdotes, predicadores, lectores se impliquen y tomen conciencia de que es importante prepararse y formarse en este sentido, porque «comunicar la fe es una responsabilidad». «Si no lo comunicamos, hacemos un flaco favor a nosotros mismos y a aquello que nos mantiene», explica. El sacerdote apuesta por «profesionalizar la vida de la Iglesia», en el sentido de que «nos importe hacer las cosas bien».

La conversación desemboca en cómo llevar este mensaje de la Iglesia a los areópagos de hoy y si esta tiene que apostar por financiar producciones de calidad sobre sus propias historias o colaborar en otras, de éxito, para introducir su mensaje. Juan Carlos Sánchez es partidario de ambas opciones, aunque para ello se necesita unidad entre las distintas realidades eclesiales y una apuesta económica conjunta. «Todas las películas épicas son historias de santos. La lista de Schindler, Gladiator… Da igual que la gente entienda el mensaje con mi marca o no. El objetivo es que todo el mundo esté mejor», concluye Cleverdon.

Entre la espada y la pared
Autor:

Assumpta Serna, Juan C. Sánchez y Scott Cleverdon

Editorial:

San Pablo

Año de publicación:

2020

Páginas:

296

Precio:

17,50 €