Entreculturas: «Nos faltaba información en temas de educación tras la DANA»
Asunción Taboada, de la ONG vinculada a los jesuitas, comparte con Alfa y Omega como surgió el informe sobre educación que realizaron junto a Educo, Plan International y Save the Children tras la riada
Cuando se cumplieron, recientemente, tres meses de la riada que asoló el sureste español un conglomerado de entidades —Educo, Entreculturas, Plan International, Save the Children, con el apoyo de la Red Interagencial para la Educación en situaciones de Emergencia (INEE)— presentaron el informe Análisis de necesidades en el sector de la educación y protección de la infancia tras la DANA.
El documento, que revela la preocupación de las familias afectadas en el ámbito de la salud emocional, surgió ante la falta de información en el ámbito de la infancia y la educación tras las inundaciones. «El informe es una réplica de lo que solemos hacer en otros contextos», asegura en conversación con Alfa y Omega Asunción Taboada, responsable de Acción Humanitaria de la ONG Entreculturas.
«Cuando hay una crisis en Siria, Ucrania o en donde sea, lo primero que se hace es un análisis de necesidades». Lo más habitual es que entidades «tipo Naciones Unidas, que ya están presentes en el país», realicen este trabajo. De esta forma, «a los pocos días, ya nos llegan a llegar datos muy concretos sobre, por ejemplo, cuántas familias desplazadas hay o cuántos niños han dejado de ir a la escuela por la catástrofe en cuestión».
Con la DANA, sin embargo, «esto no estaba pasando. Había mucho desconcierto, así que para nosotros era muy natural ponernos a desarrollar este trabajo», explica Taboada.
Tener un análisis completo de la situación permite a las organizaciones no gubernamentales coordinar mejor la ayuda y trabajar con más rapidez en la labor de cubrir las necesidades de la población afectada. «Hay que tener en cuenta que ante una emergencia de estas características la respuesta tiene que ser profesional, relevante. Tiene que ser pertinente, de calidad y eso no será así si no tienes un análisis de necesidad».
Por otro lado, desde Entreculturas «trabajamos semanalmente con el resto de entidades participantes en el marco de la Red Interagencial para la Educación en situaciones de Emergencia (INEE)», revela Taboada. «Ya teníamos, por tanto, un espacio de trabajo muy natural». En una de aquellas reuniones, «vimos que nos faltaba información en temas de educación tras la DANA y nos pareció muy pertinente que el grupo que se reúne para hablar de educación en emergencias asumiera la labor de recabar los datos» y, por supuesto, de trabajar para aliviar la situación.
Miedo y violencia
Una vez recopilados los datos, el documento revela que aproximadamente 40.000 niños vieron interrumpida su educación debido al cierre de escuelas en las zonas afectadas, y más de 24.000 fueron realojados temporalmente en otros centros educativos. «Esto tiene un impacto profundo en los niños a nivel académico, social y emocional», subraya la responsable de Acción Humanitaria de la ONG Entreculturas.
«El colegio, el encontrarse con sus amigos, el volver a la rutina, ayuda a los niños a mitigar el impacto emocional de la emergencia». Pero al faltar este las consecuencias son graves. «Nos hemos encontrado niños con miedo a estar en el exterior». Otros, sin embargo, «se angustiaban en espacios cerrados, porque quizá han tenido algún familiar que se quedó encerrado en un garaje o habitación».
Junto con este tipo de episodios, se han dado otros aún más graves. Ha habido situaciones entre los menores que «han degenerado en actitudes violentas», lamenta Taboada. En el estudio, el 21 % de las personas encuestadas manifiesta preocupación por un posible aumento de la violencia infantil, aunque solo el 5 % percibe un incremento de esta.
Asimismo, la encuesta revela la aparición de la tristeza, en el 36 % de los casos analizados, las alteraciones del sueño (28 %), la ira (24 %), la ansiedad (23 %), los temores intensificados (22 %), el aislamiento social (14 %), dificultades para concentrarse (14 %), comportamientos regresivos (13 %), y retraimiento en actividades que anteriormente disfrutaban (12 %). Para hacer frente a todo ello, el principal servicio que reclaman las familias a través de la encuesta es el de un acompañamiento en el ámbito socioemocional.