Entre el laicismo radical y la tibieza cómplice
Antes de que se empezaran a conocer los detalles de la reforma educativa impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy, la izquierda ya acuñó una consigna que se ha repetido como un mantra: la ley tiene «mucho catecismo y poca calidad». Tanto lo han repetido y criticado que, a pesar de ser falso, el eslogan parece haber calado incluso en el Ministerio que encabeza don José Ignacio Wert. Así, mientras el PSOE asegura que denunciará el Concordato con la Santa Sede y eliminará la asignatura de Religión de la escuela, el Ministerio desoye al Grupo Popular e incumple los Acuerdos, al reinterpretarlos sui generis para evitar que la Religión se oferte en Bachillerato. Así, el PSOE anuncia que no quiere Religión, y el Gobierno, que donde cree que puede no ofertarla, no la oferta…
En la escuela, «no tiene cabida la enseñanza curricular de la Religión, ni tampoco en horario escolar». Éste es uno de los compromisos que recogen las conclusiones de la Conferencia Política que celebró, el pasado fin de semana, el Partido Socialista. Una Conferencia en la que el máximo partido de la oposición también ha prometido que «denunciará los Acuerdos con el Vaticano», en caso de que vuelvan a gobernar, para suprimir en las leyes españolas cualquier referencia a este Tratado internacional en el que España se comprometió, entre otras cosas, a ofertar de forma obligatoria la enseñanza de la Religión en todos los tramos escolares, aunque fuese de elección optativa para los alumnos. Así, el resultado de la Conferencia ha sido el que anunciaba la Vicesecretaria General del PSOE, doña Elena Valenciano: «Un partido más rojo, más morado y más verde», esto es, más laicista, más feminista de género y más afín al ecologismo.
Claridad en el PSOE, dudas en el PP
Tras la Conferencia, los socialistas han enseñado sus planteamientos a las claras: si los actuales dirigentes del partido llegan a la Moncloa, la asignatura de Religión confesional (católica, protestante, judía o musulmana) dejará de impartirse en las aulas. Un planteamiento que han realizado sin temor a que se les acuse de radicalismo, e incluso con cierto orgullo por escorarse a la izquierda: como ha dicho, desde su cuenta de Twitter, el secretario general de los socialistas vascos, don Patxi López, «nuestro objetivo no es, ni ha sido nunca, situar el PSOE en el centro, sino acercar el centro al proyecto del PSOE».
Al otro lado del espectro ideológico, entre las filas del PP, las cosas no parecen estar tan claras. Así, en el transcurso que actualmente sigue la tramitación parlamentaria de la LOMCE, el Ministerio que encabeza don José Ignacio Wert ha realizado una interpretación sui géneris de los Acuerdos Iglesia-Estado, para no tener que ofertar la asignatura de Religión confesional en Bachillerato, a pesar de que el texto de los Acuerdos así lo establece. La razón aducida por el Ministerio es que el Acuerdo es de 1979, y en esa época el Bachillerato concluía a los 16 años, edad en la que ahora se concluye la Secundaria; por lo tanto, según se reinterpreta desde el Ministerio, la clase de Religión sólo se debe ofertar, de manera obligatoria, hasta los 16 años, y de ahí que no tenga por qué ofrecerse en Bachillerato. Y eso, a pesar de que el 41 % de los alumnos de Bachiller eligen cursarla año tras año. Más aún: según ha podido saber Alfa y Omega, el Gobierno presidido por don Mariano Rajoy vetó una enmienda que el Grupo Popular iba a presentar en el Senado para que se corrigiese este incumplimiento, y evitó que el propio PP dejase en evidencia que el Gobierno, donde cree que puede no ofertar la asignatura, no lo haga.
Un cambio inédito desde 1979
Como explica don Silverio Nieto, Director del Servicio Jurídico de la Conferencia Episcopal Española, «el texto literal de los Acuerdos dice claramente que el Estado se obliga a ofertar la asignatura de Religión confesional en todas las etapas, incluido Bachillerato, y lo de la edad no aparece por ningún sitio. Por tanto, es absurdo interpretar el texto de un Tratado internacional cuando no hay ambigüedad y no cabe interpretación». Nieto destaca que «parece que el señor Wert y su Secretaria de Estado, doña Montserrat Gomendio, asumen las tesis de la prensa que más les critica, a riesgo de contradecir la propia LOMCE, que en su Disposición Adicional Segunda establece que la enseñanza de la Religión se impartirá conforme a los Acuerdos». Y concluye: «Desde 1979, la enseñanza de la Religión se ha ofertado en todas las etapas, y eso que eran leyes del PSOE. ¿Cómo es posible que un partido que se define en el humanismo cristiano saque de la escuela, en Bachiller, la clase de Religión? Llama la atención que el PP asuma, también en esto, los planteamientos del PSOE, y demuestre que, en lo que a ellos depende, la Religión sobra en la escuela…».
Lo que sí ha aceptado el Gobierno ha sido una enmienda de UPN, por la que, cuando entre en vigor la LOMCE, los colegios de educación diferenciada a los que los Gobiernos autonómicos de Andalucía y Asturias retiraron el concierto, puedan volver a solicitarlo.