Encuentro y formación, claves para el sacerdocio - Alfa y Omega

Encuentro y formación, claves para el sacerdocio

El Día del Seminario es una ocasión para que las comunidades piensen si suscitan un encuentro con Cristo que entusiasma

Alfa y Omega

En estos momentos, en «una sociedad posmoderna, secularizada y, a la vez, sedienta de Dios», resuena con especial fuerza la invitación a toda la Iglesia a ser misionera y ahí la necesidad de que los sacerdotes sean «hombres de comunión capaces de anunciar el Evangelio», con «formación» permanente desde que sienten la llamada hasta el final de su vida. Lo subraya esta semana en Alfa y Omega Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y presidente de la Subcomisión de Seminarios de la Conferencia Episcopal Española.

El Día del Seminario –que se retrasó del día de san José a la fiesta de la Inmaculada por el confinamiento– es una ocasión privilegiada para que las comunidades cristianas a lo largo y ancho de España se paren a pensar si están siendo «capaces de suscitar ese encuentro con Cristo que entusiasme, enamore y provoque la entrega incondicional a los demás», como piden los obispos en su mensaje. Solo a partir de ese encuentro, jóvenes y no tan jóvenes se empezarán a preguntar qué quiere Dios de ellos.

En ese discernimiento vocacional de cada creyente, en palabras de los prelados, el reto de la Iglesia y de las comunidades es ayudar y acompañar a «llevar una vida de oración suficientemente constante y profunda para que su corazón esté abierto a la llamada amorosa del Señor». Y, de forma particular cuando uno quiera ser sacerdote, habrá que orientarlo en un camino lleno de «altibajos»; habrá que alentarlo a poner «un plus de inconformismo y generosidad», igual que pide el Papa, y proponerle «acciones pastorales intensas» que pueden llevarlo a querer ser, como Jesús, «consuelo y luz de este mundo».

Con el plan Formar pastores misioneros, que traslada a España la Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis, las diócesis han hecho una apuesta decidida por avanzar en esta dirección. Que cada católico se sume ahora con su oración y su manera de estar en las comunidades.