La belleza se aprehende y se aprende. Desplegada, de puntillas, sobre seis capítulos de en torno a 50 minutos de duración, esta miniserie documental nos invita (e invita especialmente a los más pequeños y jóvenes de la casa) a disfrutar con el ballet clásico. Pareciera destinada a las niñas que sueñan con tutús y con el Cascanueces o El lago de los cisnes, pero basta recordar a Billy Elliot para confirmar las notables excepciones.
En puntas es una apuesta, casi escondida, de Disney+, lejos del oropel y el rodillo propagandístico de sus propuestas más emblemáticas (tipo Soul), que, sin embargo, es muy resultona para ver en familia. Recomendable para ver con los hijos de entre 7 y 12 años, aunque puede interesar también a los mayores que tengan cierta inquietud por esta disciplina, dado que la academia protagonista admite a niños y jóvenes desde los 8 hasta los 18 años.
Está producida por Imagine Documentaries y DCTV, todos los episodios han sido dirigidos por Larissa Bills y está disponible íntegramente en Disney+ desde el 18 de diciembre.
La miniserie es, en su forma, una oportunidad para acostumbrar a los niños a un formato que casi desconocen por completo, como es el documental. En su fondo, además, es una ocasión extraordinaria para meterse de lleno, y con una perspectiva privilegiada, en una de escuelas por excelencia de las artes escénicas: la del American Ballet de Nueva York, con la solera de haber sido fundada en 1937 y de tener la residencia actual nada menos que en la Ópera del Metropolitan.
Bailarines entregados a la cultura del esfuerzo, que saben bien que para lograr el objetivo hay que ensanchar los horizontes y elevarse por encima de la barra. Podemos disfrutar aquí de la belleza que salva al mundo, en este caso, en pequeñas entregas sobre zapatillas en puntas.