«En la Sixtina, estamos sólo los cardenales y el Señor» - Alfa y Omega

«En la Sixtina, estamos sólo los cardenales y el Señor»

El Cónclave es «un acontecimiento profundamente espiritual», que nada tiene que ver «con las elecciones políticas», o con «la interpretación» que hacen, estos días, muchos medios de comunicación. El cardenal Rouco, arzobispo de Madrid, es uno de los 50 con experiencia en un cónclave anterior, y ha hablado de sus vivencias en 2005. «Todo el desarrollo del Cónclave está empapado de liturgia; el acto electoral es también un acto litúrgico», aseguró el sábado, durante la Jornada diocesana de Apostolado Seglar

Redacción
Los cardenales electores entran en la Capilla Sixtina, durante el último Cónclave, el 18 de abril de 2005
Los cardenales electores entran en la Capilla Sixtina, durante el último Cónclave, el 18 de abril de 2005.

La «experiencia de la elección de un Papa nada tiene que ver con las elecciones políticas», advirtió el cardenal Rouco, durante la Jornada de Apostolado Seglar, de Madrid. «La interpretación de los medios de comunicación está bastante alejada de la realidad», aseguró, por su experiencia en el Cónclave que concluyó con la elección de Joseph Ratzinger. De los 115 cardenales que participarán en el próximo Cónclave, 50 estuvieron en el de 2005, dos de ellos españoles (el cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, además del propio arzobispo de Madrid).

«Hay que hablar de un acontecimiento profundamente espiritual», añadió el cardenal Rouco. «Todo el desarrollo del Cónclave está empapado de liturgia; el acto electoral es también un acto litúrgico; vamos vestidos con el hábito coral; en la Capilla Sixtina no hay nadie, sólo estamos los cardenales y nuestro Señor».

Antes de la votación, se elige por sorteo entre los cardenales a tres escrutadores, que van llamando a los electores, por orden de preferencia. «Se sale al pasillo de la Capilla Sixtina con la papeleta, se hace el juramento delante de Jesucristo, que me va a juzgar, y se vota, ante Dios, por quien uno cree que es el más apto para ser el pastor de la Iglesia universal», relató el cardenal Rouco. «Se deja la papeleta en un plato, y uno de los escrutadores mete la papeleta en la urna. Terminada la votación, se hace escrutinio, y otros tres cardenales hacen revisión de las papeletas. Se colocan en una urna, para quemarlas», y se queman también las notas de quienes las hayan tomado durante la votación.

Todo transcurre en un ambiente de recogimiento. «La votación comienza con la oración y termina con la oración. Todo es en silencio. No se dice nada del tipo: ¡Este cardenal es fantástico! Ni una sílaba. Ni durante el Cónclave, ni antes tampoco, aunque vivimos juntos», en la residencia Santa Marta. Es, en definitiva, «una forma de actuar donde la responsabilidad personal de cada uno es el centro del acontecimiento. Así que necesitamos que recen mucho por nosotros»!», concluyó el cardenal.

Un día después, el domingo, en la Misa de Acción de gracias por el pontificado de Benedicto XVI, el arzobispo de Madrid destacó que ha comenzado un tiempo de «plegaria fervorosa y perseverante de toda la Iglesia» por «el nuevo pastor que el Señor quiera regalarnos», que será «un Papa dispuesto a ejercer el officium amoris con la entrega del Crucificado y con la alegría del Resucitado».

Los datos del Cónclave

• En el Cónclave entrarán 115 cardenales electores, de 51 países distintos: habrá 60 cardenales europeos; 14 de América del Norte; 19 de Iberoamérica; 11 de África; 10 de Asia; y 1 de Oceanía. Por países, el más representado es Italia, con 28 electores. Le sigue Estados Unidos, con 11; Alemania, con 6; y España, Brasil y la India, con 5.

• Durante el Cónclave, todos los cardenales electores residirán en la residencia Santa Marta, en la misma Ciudad del Vaticano, según dispuso Juan Pablo II en la Constitución apostólica Universi Dominici gregis. Numerosos judíos perseguidos por los nazis en la Segunda Guerra Mundial fueron escondidos allí, y en la actualidad está administrada por las Hijas de la Caridad.

• Para la elección del nuevo Papa, es necesaria una mayoría de dos tercios, por lo que el cardenal elegido debe obtener, al menos, 78 votos. Después de 4 ciclos de votaciones sin resultado, separados cada uno por un día de reflexión, se votará sobre los dos nombres que en el escrutinio inmediatamente precedente hayan obtenido más votos.

• Diariamente, hay dos sesiones de escrutinios, una por la mañana y otra por la tarde, con dos votaciones en cada una de ellas. El resultado de cada sesión se manifiesta según el humo de la fumata, blanca o negra, que tiene lugar en torno al mediodía y sobre las 19 horas, o bien antes, si hubiera ya Papa en la primera votación de la sesión correspondiente.

• En el siglo XX, ningún Cónclave duró más de 5 días. Los más cortos duraron sólo dos días: los de Benedicto XVI, Juan Pablo I y Pío XII.

• En el año 2005, sólo dos cardenales tenían la experiencia de haber participado en el Cónclave anterior; en el actual, serán cincuenta.

• En la Capilla Sixtina han sido elegidos los últimos 24 Papas. Las demás elecciones se realizaron en numerosas ciudades italianas, sobre todo en Roma.