En la muerte de Helmut Kohl, un gran político católico - Alfa y Omega

En la muerte de Helmut Kohl, un gran político católico

Seis frases del canciller que hizo posible la reunificación de Alemania y la integración europea, fallecido este viernes a los 87 años:

Jesús Colina. Roma
Con Juan Pablo II, quien le apoyó ante la reunificación alemana frente a las reticencias de varios países. Foto: AP

«La paz tiene que ser más que ausencia de guerra» (14 de diciembre de 1995).

«La política de integración europea es en realidad una cuestión de guerra o paz para el siglo XXI» (2 de febrero de 1996)

«No es aceptable que la Constitución Europea, en oposición a la constitución de los diferentes estados de Alemania y de la constitución federal alemana, no incluya una referencia a Dios» (30 de septiembre de 2005).

«Discursos cortos y salchichas largas» (decía a Vanity Fair, en diciembre de 1990, para expresar que el trabajo de un político no es la retórica, sino el servicio a su pueblo).

«Yo no estoy tratando de apresurar el proceso; es que nos están empujando» (A la revista Awake!, 22 de diciembre de 1991. Explicación: la idea de la reunificación alemana parecía con frecuencia algo irrealista. Kohl, con estas palabras, se defendía de los ataques de quien consideraba que iba demasiado rápido en ese proceso).

«Los visionarios de ayer son los realistas de hoy» (Discurso con su predecesor Helmut Schmidt en Die Zeit, 1998)

«Mis padres eran cristianos, católicos… Recuerdo que mi madre era una mujer muy piadosa, pero nunca tuvo problemas con otras religiones» (declaración a Vanity Fair, diciembre de 1990, donde se explica que en su adolescencia era monaguillo).

Jesús Colina. Aleteia