«En esta sociedad de Instagram, el Espíritu Santo usa el arte para sanar los corazones»
El pintor Saúl Alija ultima una exposición de artistas noveles en Salamanca con la intención «de que los jóvenes se puedan encontrar con Dios a través del arte»
Saúl Alija es un pintor zamorano de 24 años que está dando sus primeros pasos en el mundo del arte con un objetivo muy claro: evangelizar a los jóvenes. «En esta sociedad de Instagram nos hace falta otra imagen distinta, que nos conecte con el Cielo», dice.
Junto a otros dos artistas noveles, Saúl está preparando una exposición en Salamanca «para sacar fuera del templo lo que pasa en el templo», y que «alguien que sea ateo, o indiferente, o contrario a la Iglesia, se pueda encontrar con Dios, o pueda vivir el inicio de un diálogo y de una historia con Él».
Inspirado en el barroco y en el arte bizantino, Saúl Alija bebe también del estilo de pintores como Matisse o Picasso, «porque tienen una composición clásica pero sus cuadros tienen algo novedoso y entendible por la sociedad de su tiempo», afirma.
Ese es su mismo objetivo: «comunicar la verdad de la experiencia de Dios a través de unos simples brochazos», y que eso permita «transmitir lo más rudimentario de la fe: el encuentro con Jesucristo, en un lenguaje que todos puedan reconocer».
Alija es consciente de que «el Espíritu Santo usa múltiples canales para llegar al corazón del hombre y sanarlo», y uno de ellos es el arte. Por eso, ante una sociedad «posmoderna, líquida y dotada de un cierto pesimismo ante la vida», es necesario «que la Iglesia responda como lo hizo durante el románico con los retablos: a una sociedad que no entiende, darle el mensaje en un lenguaje visual que pueda asimilar».