Chagall llega a Barcelona para mostrar «el amor entre los hombres y su acercamiento a Dios» - Alfa y Omega

Chagall llega a Barcelona para mostrar «el amor entre los hombres y su acercamiento a Dios»

El Museo Diocesano de Barcelona acoge la exposición Chagall. Los estados del alma, un puente entre las dos religiones que han conformado la cultura occidental

Redacción
Un visitante, ante una de las obras de Chagall. Foto: EFE/Alejandro García

El Museo Diocesano de Barcelona acaba de inaugurar la exposición Chagall. Los estados del alma, «una muestra del diálogo intercultural entre las dos religiones monoteístas que conforman los cimientos de la cultura occidental contemporánea, la religión judía y la religión cristiana», señala la diócesis de Barcelona.

El mensaje espiritual subyace desde sus inicios en toda la obra de Marc Chagall, un artista de vida centenaria que conoce en primera persona los horrores de las dos guerras mundiales y la persecución y exterminio por motivos religiosos. «Chagall comprende que a través del arte puede y debe transmitir el mensaje de paz entre las naciones y entre las religiones, así como el amor universal entre los hombres y su acercamiento a Dios», dice el comunicado.

Judío de nacimiento e independiente a nivel artístico, el artista se movió libremente entre las diferentes religiones, sobre todo cuando partir de los años 50 recibe numerosos encargos para la decoración y las vidrieras de diversos templos y lugares de culto, tanto católicos como protestantes y judíos.

De hecho, una parte muy relevante de su producción está dedicada a la representación de temas bíblicos, con los que trabaja en vitrales para importantes edificios religiosos como las catedrales de Reims y Metz, en Francia, o iglesias como la de San Esteban en Mainz, en Alemania.

Su presencia ahora en la catedral y en el Museo Diocesano de Barcelona la conforman 39 obras que giran en torno a dos ejes temáticos: una serie más femenina que produce Chagall en torno a la Biblia, donde la mujer es la protagonista, y Los siete pecados capitales, una de las primeras series de grabados de Chagall, creados en 1926. Esta selección de obras establece un diálogo con obras góticas que alberga el museo diocesano y la sala capitular de la catedral.

Chagall muestra diversas formas de amor a través de diferentes relatos sobre Rut, Ester, Agar, Rahab, Sara, Raquel, Noemí, Mical, Thamar, además de Eva, vinculada al pecado capital de la soberbia. En contrapartida, la Mare de Deu de l’Humilitat, obra anónima del siglo XV que forma parte de la rica colección de arte gótico del museo, se sitúa como contraposición a la soberbia, pecado capital que lleva al hombre a su enfrentamiento con Dios desde su misma creación en el Génesis.

Por otro lado, la sala capitular de la catedral ofrece cinco obras pertenecientes a la serie de Los siete pecados capitales, en diálogo con el acervo artístico de la catedral, entre ellas el frontispicio en el que Chagall se representa a sí mismo soportando un cúmulo de pecados.

«Desde mi temprana juventud, la Biblia me ha cautivado –decía Chagall sobre la inspiración de buena parte de su obra–. La Biblia me parecía la fuente poética más rica de todos los tiempos. Desde entonces he buscado su imagen en la vida y en el arte. Es como un eco de la naturaleza, y yo he intentado trasmitir ese secreto».