En el nombre de Fabio
La diócesis de Bilbao ejerce desde hace años una «memoria institucional sanadora» en el acompañamiento de víctimas del terrorismo y en la búsqueda de la paz. En el último Día de la Memoria ha recordado a todos los niños asesinados por los terroristas
El 10 de noviembre es un día señalado para la sociedad vasca, porque es el único día del año en el que el cielo no ha temblado con el estruendo de ninguna bomba ni el aire ha sido atravesado por ninguna bala. Es el Día de la Memoria, convocado por primera vez hace diez años para recordar a las víctimas del terrorismo.
La diócesis de Bilbao se adhiere cada año con diversos actos organizados desde el Área de Paz y Reconciliación, nacida con el objetivo de luchar contra la violencia y acompañar a las víctimas. Este año ha recordado especialmente al niño Fabio Moreno, de dos años, asesinado por ETA en 1991.
El responsable de Paz y Reconciliación, Galo Bilbao, explica a Alfa y Omega que «en los últimos diez años hemos celebrado la Eucaristía en memoria de las víctimas y hemos dado a conocer su testimonio en los centros educativos diocesanos». Además, la diócesis «participa en procesos locales de memoria, cercanía y reconocimiento a las víctimas», y desde hace 21 años organiza cada año un bake topaketa (encuentro por la paz) «para compartir formación y comunicarnos experiencias».
El actual obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, dice en su nuevo libro Servidor de todos. Una conversación que «ha habido una evolución ética en la sociedad» en cuanto al acompañamiento a las víctimas del terrorismo. Galo confirma que durante los años de plomo y prácticamente hasta mediados de la última década del siglo pasado, las víctimas «eran invisibles para la sociedad, cuando no estigmatizadas, culpabilizadas o revictimizadas», pero a partir de ese momento se dio «un fenómeno excepcionalmente positivo de visibilización de las víctimas, como conciudadanas nuestras a las que se les ha arrebatado injustamente sus derechos».
Galo lamenta que hasta entonces «no las reconocimos, acompañamos, escuchamos ni resarcimos», y que «siempre tendremos ante nosotros la pregunta: ¿por qué tan tarde?».
En cualquier caso, «hoy la violencia terrorista no tiene apoyo ni legitimidad en la sociedad vasca», afirma con rotundidad. Por eso, «tenemos que trabajar intensamente para que se reconozca que nunca la tuvo. La comunidad cristiana colabora intensamente en esta tarea».
Para conmemorar el Día de la Memoria este año, el Área de Paz y Reconciliación de la diócesis de Bilbao sugirió recordar especialmente a todos los menores de edad asesinados por el terrorismo, tomando como referencia a Fabio Moreno, el único niño víctima de ETA en Vizcaya. Fabio tenía 2 años el 7 de noviembre de 1991. Iba en el coche de su padre, junto a su hermano, hacia la piscina de Erandio. ETA puso una bomba lapa debajo del asiento del copiloto y la explosión le quitó la vida. Su hermano fue herido de gravedad y su padre fue declarado inválido.
Además de Fabio, son otros 19 los niños asesinados por ETA en España, y otros tres los asesinados por otras bandas armadas. Por todos ellos, Paz y Reconciliación propone «recordar y volver a pasar por el corazón a todos los niños y adolescentes cuyas cortas vidas fueron injustamente truncadas y, a través de ellos, a todas las víctimas de la violencia de intencionalidad política que hemos padecido».