El vicario general de Segovia recibe la Medalla de la Orden de Isabel la Católica

«A mis 75 años, haber recibido este reconocimiento me supone una gran satisfacción intelectual y sacerdotal», afirma Ángel Galindo a Alfa y Omega desde los archivos vaticanos, donde se encuentra estos días investigando sobre temas de moral, su especialidad teológica. El vicario general de Segovia recibió el pasado martes en el Ministerio de Asuntos Exteriores la Medalla de la Orden de Isabel la Católica, una distinción por su labor en universidades de China e Hispanoamérica, así como a su servicio a los Santos Lugares.

«Es un reconocimiento firmado por el rey, en agradecimiento a la labor que he realizado durante años para el Estado español, sobre todo en el ámbito universitario», dice quien fuera rector de la Universidad Pontificia de Salamanca y miembro del Patronato de la Obra Pía.

De su labor en los Santos Lugares dice que trabajó «en favor de los más descartados», y de su experiencia universitaria afirma que «intente poner en práctica lo que dice Gaudium et spes sobre mantener una relación con el mundo cultural libre y abierta».

En este sentido, se confiesa «seguidor de las enseñanzas del Papa Francisco cuando pide a la Iglesia salir de las sacristías y relacionarse con la sociedad de manera positiva para construir juntos el mundo. Eso es lo que intentado hacer toda mi vida».