La Santa Sede impulsa una cita académica a 100 años del nacimiento del clero autóctono de China
Se trata de una cita sin precedentes en la que participará el obispo de Shanghai, Joseph Shen Bin, nombrado en julio del 2023, en virtud acuerdo rubricado en 2018 por el Vaticano y el régimen de Xi Jinping
Han pasado 100 años desde que el primer Concilio de la Iglesia católica en China sirvió para nutrir un clero autóctono capaz de tomar las riendas de la Iglesia local. En esa cita en la catedral de San Ignacio de Loyola de Shánghai, que arrancó el 15 de mayo de 1924 con la participación de obispos, vicarios generales, religiosos y sacerdotes, en su mayoría nacidos en países lejanos y llegados a suelo chino como misioneros, se gestó el despegue de la labor apostólica en China. La brújula documental que condujo sus pasos fue la carta apostólica Maximum illud, escrita por el Papa Benedicto XV en 1919, en la que reiteró que la fe en Cristo no es ajena a ningún pueblo y que en todos los lugares de la tierra el hecho de hacerse cristiano no equivale a «ponerse bajo la protección y el poder de otro país y eludir la ley del propio».
De aquel encuentro centenario surgieron las disposiciones detalladas para contrarrestar la mentalidad colonial que había penetrado incluso en las prácticas eclesiásticas. Por ejemplo, se instó a fomentar los sínodos diocesanos, las reuniones y encuentros de sacerdotes, religiosos y religiosas, así como a apoyar el nacimiento de asociaciones lideradas por laicos. Con motivo de esta fecha redonda, clave en el recorrido —muchas veces tortuoso— de la Iglesia católica en la China contemporánea, el Vaticano ha impulsado un congreso sin precedentes el próximo 21 de mayo.
En la cita participará, por ejemplo, el obispo de Shánghai, Joseph Shen Bin, nombrado en julio del 2023, en virtud del acuerdo rubricado en 2018 por el Vaticano y el régimen de Xi Jinping para nombrar obispos de mutuo acuerdo. Según algunos medios como La Croix, Shen Bin acude con el beneplácito de Pekín, lo que presupone un allanamiento todavía mayor de las relaciones entre ambos países que viven un momento de distensión. La Santa Sede rompió las relaciones diplomáticas con la República Popular China en 1951, cuando Pekín ordenó la expulsión del nuncio vaticano y de los misioneros católicos.
Entre los participantes de este congreso hay voces destacadas como la responsable de la edición china de la agencia Fides, Marta Zhao Nan; el presidente del Instituto de Religiones del Mundo de la Academia China de Ciencias Sociales, Zheng Xiaoyun; o el académico del Centro de Estudios de Teología Católica Tan Lizhu. Del lado del Vaticano, participará el proprefecto del Dicasterio para la Evangelización (Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares), el cardenal Luis Antonio G. Tagle y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, cuya voz será importante, sobre todo, a la luz de la futura renovación en octubre del acuerdo para nombrar obispos fieles al Papa.