El Vaticano fortaleció significativamente, en 2013, los instrumentos para combatir la delincuencia financiera. Así se desprende del Informe Anual de la Autoridad de Información Financiera de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano (AIF), que se presentó el pasado lunes. En ese período, aumentaron los avisos de transacciones sospechosas (202, frente a sólo 6 en 2012) y disminuyeron las declaraciones de transporte transfronterizo de dinero en efectivo (2.107, frente a 2.380 en 2012). También se dieron pasos importantes en la lucha contra el blanqueo de capitales y el terrorismo financiero mediante la incorporación a la red mundial de Unidades de Información Financiera (Grupo Egmont) y la firma de acuerdos bilaterales. Eso permitió que aumentara el número de solicitudes de información tanto presentadas por la AIF (28, frente a una en 2012) como recibidas por ella (53, frente a tres). Durante ese año, el Papa aprobó tres motu proprios para ampliar las competencias de la AIF y otras entidades.