El Vaticano, clave en la pacificación del Cáucaso - Alfa y Omega

El Vaticano, clave en la pacificación del Cáucaso

Dirigentes de Armenia y Azerbaiyán se reunirán el 15 de diciembre en Bruselas para rebajar tensiones. «El Vaticano tiene un papel clave», asegura el embajador de Azerbaiyán en Francia

Victoria Isabel Cardiel C.
Rahman Mustafayev durante un encuentro con periodistas en Roma, el pasado 16 de noviembre. Foto: Elena Orlando.

El próximo 15 de diciembre está subrayado en rojo en el calendario del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Es la primera cita para la paz que podría poner fin a uno de los conflictos más antiguos del mundo. Será en Bruselas bajo el amparo del Consejo Europeo y con la maquinaria de la diplomacia del Vaticano a pleno rendimiento. Para el embajador de Azerbaiyán en Francia, Rahman Mustafayev, «implementar un tratado de paz es la única solución posible». «Armenia es nuestro vecino, también depende de nosotros para distintos aspectos, como las conexiones y el transporte internacional. No podemos ir por caminos distintos. Hay problemas, pero tenemos que encontrar el modo de lograr la estabilidad en la región a través de acciones diplomáticas y con gestos concretos a nivel político […]. Hemos pedido ayuda al Vaticano en este sentido. Su papel es clave», declaró Mustafayev en un encuentro con periodistas en Roma, poco antes de reunirse con la Curia romana y a pocos días de que se inaugure la oficina que albergará la legación diplomática de Azerbaiyán ante la Santa Sede.

En el país azerí el 97,3 % de la población es musulmana, pero el diplomático es consciente de la relevancia de la Santa Sede —on la que ya mantenía relaciones desde 1992— en la esfera geopolítica mundial. Aseguró que han pedido ayuda al Vaticano «para trasladar a Armenia la necesidad de un tratado de paz».

El papel de los líderes religiosos es también fundamental en este conflicto, que se remonta a la desintegración de la URSS, cuando las dos exrepúblicas soviéticas empezaron a disputarse el territorio del Alto Karabaj, habitado en su mayoría por personas de origen armenio y de religión cristiana ortodoxa. El mes pasado, el patriarca Kiril se mostró «convencido de que las religiones tienen un gran potencial para la paz» tras el encuentro de alto nivel que mantuvieron los representantes religiosos de Armenia y Azerbaiyán en Moscú.

Azerbaiyán
Población:

10,3 millones de habitantes

Religión:

Musulmanes, 97,3 %; cristianos, 2,6 %

Etnias:

Azeríes, 91,6 %; armenios, 1,3 %

Sin embargo, el embajador azerí señaló que no «hay» y no ha habido «incomprensiones desde el punto de vista religioso». «Antes de la guerra de los 90, en la región convivían distintas comunidades multirreligiosas y multiétnicas; había mezquitas e iglesias católicas. Eran 48 minorías étnicas», indicó. Su objetivo ahora es «fortalecer esa riqueza cultural». Con la apertura de la embajada ante la Santa Sede —que contará con un departamento interreligioso— pretenden «profundizar la cooperación» con el mundo católico para afianzar la promoción de la paz en la zona. Prueba de ello es el acuerdo que Azerbaiyán renovó en marzo con el Pontificio Consejo para la Cultura, para restaurar algunas de las principales catacumbas de Roma. La Fundación Heydar Aliyev, que preside la mujer del presidente del país, correrá con todos gastos para renovar la imagen de estos monumentos de gran valor religioso para los cristianos.

Armenia y Azerbaiyán, que llevan disputándose la región desde hace 30 años, se han echado la culpa mutuamente sobre quién había comenzado los últimos combates. Pero la cuestión ahora es resolver temas pendientes, como la «delimitación de las fronteras», la «reapertura de las comunicaciones y de las vías de transporte» o la «desactivación de las minas implantadas por los armenios en el territorio» fronterizo de este enclave del Cáucaso. Se han desactivado 47.000, pero todavía hay «otras 100.000 activas». «Esto significa que las personas que vivían allí y están desplazadas no pueden volver por el momento», aseguró Mustafayev.