El Vaticano aborda las consecuencias de los paraísos fiscales
La evasión de impuestos de multimillonarios y multinacionales alimenta la desigualdad y priva a los países de los recursos necesarios para crecer, denuncian desde ICRICT. Esta entidad organiza un encuentro al que se dirigirá el Papa
El Vaticano conocerá esta semana las graves consecuencias de que multinacionales y grandes fortunas paguen sus impuestos en paraísos fiscales y no donde generan sus beneficios económicos. La Pontificia Académica de Ciencias Sociales reúne este jueves a líderes políticos y economistas para averiguarlas. El Papa los saludará y escuchará un discurso en vídeo del presidente español, Pedro Sánchez, sobre la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo prevista para junio en Sevilla.
Guiará el debate el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, crítico con la globalización y el libre mercado. Opina que «el actual sistema fiscal internacional aumenta la desigualdad pues priva a los Gobiernos de los recursos necesarios para abordar sus problemas». Ocurre por ejemplo en Mozambique, uno de los países más pobres del mundo, el 183 de 193. Allí, empresas mineras y de gas han evitado pagar entre 1.350 y 2.030 millones de euros en impuestos gracias a tratados contra la doble imposición.
El encuentro en el Vaticano se titula Justicia tributaria y solidaridad y lo organiza la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT por sus siglas en inglés), presidida por Stiglitz. «Proponemos que se reforme el modelo tributario internacional para que las multinacionales y los multimillonarios paguen lo que les corresponde justamente», explica a Alfa y Omega Tommaso Faccio, secretario general de la entidad. «El sistema alimenta la desigualdad, pues consiente que no paguen impuestos o que paguen mucho menos respecto a otras empresas o al resto de ciudadanos».
En España, con datos de 2021, las grandes empresas pagan muchos menos impuestos de sociedades que las pymes. «Mientras que este impuesto nominalmente sería del 25 %, su tipo nominal, los 123 grandes grupos empresariales pagan una media de un 14 %. Y hay 26 grupos que pagan por debajo del 5 %», asegura Faccio. No están defraudando, sino «aprovechando esquemas de planificación fiscal agresiva». Dice además que «el 85 % de los beneficios de las empresas de Estados Unidos se declaran en paraísos fiscales». El ICRICT propone que se eleve el impuesto mínimo, que la empresa matriz y sus filiales sean tratadas como una única entidad o que se graven los beneficios extraordinarios de sectores que se lucran de crisis mundiales.
«Un sistema inmoral»
«El encuentro permitirá que el Papa hable de esto de manera desarrollada y completa. Es muy audaz y creo que se va a unir a un coro de voces que ya están sensibilizadas», augura Faccio. No es una cuestión nueva para Francisco. En septiembre denunció la «avaricia» de algunos ricos que «presionan a los Gobiernos para que sostengan malas políticas que los favorecen económicamente» e impiden «la realización de la justicia social». «Algunos de los más ricos del mundo reconocen que el sistema que hizo posible amasar fortunas es inmoral y debe ser modificado», aseguró entonces.
Entre los economistas que intervendrán en el Vaticano está el francés Gabriel Zucman, que analiza en la Universidad de Berkeley (California) cómo impactan los paraísos fiscales en la desigualdad social. Zucman ha revisado los impuestos que pagan grandes fortunas en Francia, Países Bajos y Estados Unidos y ha concluido que gracias a estrategias de elusión fiscal, su tasa efectiva se reduce al 0,3 %. «La mayoría de los ciudadanos pagan entre el 20 % y el 30 %, en proporción, muchos más impuestos que los multimillonarios», subraya Faccio.

1 Luxemburgo / 2 Países Bajos / 3 Hong Kong /4 Islas Vírgenes Británicas / 5 Bermudas / 6 Singapur / 7 Islas Caimán / 8 Suiza / 9 Irlanda / 10 Mauricio
Países con una rentabilidad excesiva de las multinacionales y un tipo efectivo del impuesto de sociedades que suele ser inferior al 15 %. Fuente: FMI.
Para resolverlo, el ICRICT plantea un acuerdo global para que la tasa de quienes poseen más de 1.000 millones de dólares sea de al menos un 2 %. «Esto permitiría recaudar otros entre 200.000 y 250.000 millones de dólares cada año de unos 3.000 contribuyentes en todo el mundo. Si se extendiera a quienes tienen más de 100 millones, se recaudarían casi 140.000 millones adicionales sin comprometer su enorme patrimonio», añade.
«Durante demasiado tiempo se ha aceptado la evasión fiscal como elemento inevitable de la naturaleza humana, subproducto de la globalización. Pero no es así. Es resultado de decisiones políticas o de la incapacidad de tomar decisiones políticas para detenerla», concluye Faccio. Su estrategia es mostrar el impacto positivo que los impuestos tendrían para las empresas y fortunas, pues construir sociedades estables y prósperas reduce el riesgo de pobreza para todos.