El valle de los cautivos. El silencio tiene un por qué - Alfa y Omega

El valle de los cautivos es una obra escrita por Pedro Martín Cedillo y dirigida por Francisco Vidal. En el escenario, a través de cinco magníficos actores —Fernando Escudero, Fran Cantos, Noelia Tejerina, Marcos Toro, Sato Díaz y Juan Calot—, se nos trasmite una historia llena de intriga, tristeza, risas y verdad. De forma prodigiosa, representan lo que es la vida, donde se pasa en cuestión de segundos de las risas al sufrimiento. Esta magnifica obra se encuentra los viernes en la Sala Tú, un espacio reducido pero idóneo para esta función, ausente de decorados y con unos simples focos iluminando la zona de representación que nos hace centrar nuestra mirada sólo en la interpretación.

La compañía Teatro Laberinto nos presenta una obra con un tema muy tratado en las últimas décadas, pero de una forma única. A través de dos historias que se van complementando llegamos a entender la intriga en la que se envuelve. La historia comienza con la muerte de un antiguo maestro que durante los primeros años del Franquismo estuvo preso en Cuelga Muros. En los días previos a su fallecimiento, tiene una entrevista con un periodista que está investigando sobre el trabajo de los antiguos educadores, pero esta investigación llega más allá cuando comienzan a hablar de la estancia en la prisión. A pesar de que la narración va dando saltos en el tiempo, gracias a la interpretación de los actores y la utilización del espacio, ayudan al espectador a estar dentro de la obra y que cada grito desgarrador resuenen en cada uno de los presentes, haciéndonos participes de la obra como pueblo que calla ante el horror.

Dentro de esta intriga se une la importancia de la cultura y sus paralelismos con la historia. La condena del mítico Prometeo se encuentra permanentemente en las mente de los presos: ellos se sienten Prometeos por verse en la misma situación. Pero no es tan importante la similitud entre la mitología y la historia, sino lo que nos trasmite: el saber es lo que nos hace libres. Es también destacable observar el juego que hacen con los nombres, apodos y los textos bíblicos que los presos recitan: toda la cultura es símbolo y expresión de aquello que sienten y viven.

Podríamos seguir comentando maravillas y detalles de esta obra que ya lleva varias semanas. Pero es mejor que en vez de leer sobre ella, participen de su función en la Sala Tú.

El Valle de los cautivos

★★★★★

Teatro:

Teatros Luchana

Dirección:

Francisco Vidal

Metro:

Metro: Bilbao, Iglesia

Hasta el 17 de diciembre