El swing de Baloo - Alfa y Omega

A veces basta con dos compases para que una cabeza llena de pensamientos se ordene en torno al ritmo que de ellos brota y el cuerpo reaccione al instante: el pie golpea el suelo, los hombros se sueltan, la nuca acompasa, como si pestañear frente a una mota de polvo fuera suficiente para dejar que todo encaje. Y pocas piezas de la cultura popular cumplen esa misión con la precisión de Busca lo más vital, el himno despreocupado de Baloo en El libro de la selva.

La gracia es que no hace falta haber visto la película 20 veces ni saberse la letra de memoria: basta con que los primeros acordes salten para que el esqueleto despierte. Porque el swing no se razona: se padece —o se disfruta—. Disney podía habernos enseñado la moraleja con un discurso solemne, pero entendió que la vida entra mejor con trompetas que con sermones.

La paradoja está en que la canción, que habla de simplificar, en realidad nos complica el estado de ánimo: resulta imposible quedarse quieto, con las manos en los bolsillos, mientras alguien a nuestro lado tararea eso de «lo más vital nomás». Lo mínimo que se exige es un vaivén, un cabeceo, una sonrisa. Hasta los más reacios al baile terminan rindiéndose. La letra predica la sencillez y el ritmo exige movimiento: teoría y práctica se funden.

Ahí asoma lo divino. En que algo tan aparentemente banal como una canción infantil pueda arrancarnos de la gravedad del día, obligarnos a bailar sin querer y recordarnos que la vida es menos complicada de lo que creemos. El evangelio según Baloo: no acumules, no corras, no te rompas la cabeza. Busca lo más vital.

Y lo humano, claro, está en que necesitamos que nos lo repitan. No bastan los mandamientos ni las listas de propósitos de año nuevo: hace falta un oso con tripa redonda y swing irresistible para convencernos de que quizá la felicidad sea tan simple como seguir el compás.

Porque sí, hay canciones que se escuchan; pero luego está Busca lo más vital, que nos recuerda, con trombones y sonrisas, que el corazón también tiene pies.