El Santísimo vuelve a las calles tras la pandemia

El apogeo del Corpus en Madrid se vivió en el siglo XVII, aunque en el XV ya se celebraba. Era la fiesta por excelencia de la villa, surgida de la necesidad de hacer frente a los, diríamos, negacionistas de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Una fiesta civil y religiosa que congregaba en torno al Señor a reyes y pueblo. Con tres recorridos prediseñados, todos ellos con inicio y conclusión en la iglesia de Santa María de la Almudena, las calles se convertían en un escenario por el que iba a pasar el Rey de reyes, y por eso se entoldaban para proteger del sol, se colocaban tapices en los balcones y se cubría el suelo de alfombras florales. Toledo y Sevilla son hoy lo más parecido a entonces; además, como una excepción litúrgica, siguen celebrando el Corpus el jueves al regirse por el calendario hispano mozárabe.

Cristina Tarrero, directora del Museo Catedral de la Almudena, es gran conocedora de este Corpus de la Edad Moderna en la villa de Madrid. «Era la única fiesta que unía lo popular, lo cortesano y lo religioso; en ella desfilaba todo el mundo», y se hacía en un orden ya estipulado que en no pocas ocasiones generaba desavenencias. Las congregaciones, los gremios, las cofradías, se disputaban el sitio en una procesión que pasaba ante numerosos altares –en ellos descansaba la custodia unos minutos mientras se rezaba– y que incluía la figura de la tarasca, una representación pagana del mal.

La custodia procesional que se sigue utilizando hoy en día es aquella que en 1573 realizó el platero Francisco Álvarez por encargo de Felipe II junto a los regidores de la villa. Por esta razón, y así quedó inventariada en el siglo XIX, es bien propio del Ayuntamiento de Madrid, que la cede para la ocasión. En paralelo a la gran procesión, se hacían otras por hermandades, barrios, iglesias… Actualmente, la ciudad de Madrid acoge una, la que sale de la catedral, y mantiene la tradición de los altares con dos habituales: uno en la calle Mayor, que monta una asociación de mayores, y el otro en la calle Santiago, a cargo de los jóvenes cofrades.

Resurgimiento posconciliar

La Eucaristía volverá a estar en la calle este domingo, 19 de junio, tras dos años de pandemia. «Lo normal es que vayas al sagrario a verlo [al Señor], pero en el Corpus es Él el que sale a encontrarse contigo, en mitad de la calle, donde estás viviendo». Jesús Junquera, canónigo de la catedral de la Almudena, explica que esta es «la fiesta por excelencia de la fe», porque «la Eucaristía es la presencia real de Cristo entre nosotros». Con el lema Danos tu paz, el cardenal Osoro presidirá la Misa de 12:00 horas en la catedral, y después el Santísimo quedará expuesto para la adoración hasta las 17:30 horas. A las 19:00 horas arrancará la procesión que pasará por la calle Mayor, la parroquia de Santiago y la plaza de Oriente para volver a la catedral, desde donde el arzobispo impartirá la bendición a los madrileños.

El Corpus en Madrid había quedado prácticamente extinguido en la etapa posconciliar. Se retomó en 1979, concebido como una gran manifestación «con pancartas y todo que abrían cada tramo de integrantes: consejos pastorales, religiosas, hermandades…». Como todo, «tuvo su momento» y la procesión fue transformándose hasta el formato actual, «más eucarístico». En ella participan cerca de 2.000 personas, entre otras, las más de 400 congregaciones de Madrid, además de aquellos que van más cerca del Santísimo: los neopresbíteros ordenados en el curso; los niños de Primera Comunión –una tradición del siglo XX–, y los monaguillos. «Los incorporamos hace seis o siete años. Van unos 30 niños, cada uno con una campana; si te digo la verdad, la mitad vuelven sin badajo, le dan con tanto brío…».

Un día por la paz y la caridad

En torno a la solemnidad, en Madrid se va a reivindicar el valor de la caridad y se va a pedir por la paz, con la vista puesta especialmente en Ucrania. Dado que es también Día de Caridad, unos días antes, este jueves, 16 de junio, Cáritas Diocesana de Madrid va a instalar más de 500 mesas informativas en la calle. En ellas, más de 5.000 voluntarios recordarán que es clave estar Cerca de las personas.

Además, el mismo día del Corpus, la parroquia Buen Suceso (Princesa, 43), en la que se encuentra la capellanía greco-católica ucraniana, acogerá una Misa, a las 10:00 horas, presidida por el cardenal Osoro y retransmitida por La 2 de TVE. Precisamente este templo ha visto nacer la asociación KeyMyr. Llave de la Paz, una idea que ya tenían antes de la guerra para facilitar el acercamiento con la comunidad de hermanos ucranianos, pero que se aceleró con la invasión de las tropas rusas. Es, en palabras de Fernando Antolín, uno de los promotores, un «gran cauce de amor» cuyo primer objetivo fue traer a España a refugiados del país. Con ellos se hace una importante labor de acompañamiento e integración, además de facilitar ayuda.