El presidente de los obispos de EE. UU. pide «unidad» y «diálogo»
La democracia requiere respetar «la libre expresión de opiniones» y tratar al otro «con caridad y civismo» aunque se esté en desacuerdo, subraya monseñor José H. Gómez en el comunicado en el que felicita a Biden y Harris por su victoria
«El pueblo estadounidense ha hablado en estas elecciones». «Felicitamos» a Joe Biden, que «ha recibido suficientes votos» para convertirse en el 46º presidente de Estados Unidos, y es el segundo tras John F. Kennedy «en profesar la fe católica». A medianoche hora española, seis horas después de que los principales medios del país, de distintas tendencias ideológicas, informaran de que la proyección del escrutinio convertía al candidato demócrata en el vencedor de unas reñidas elecciones, el presidente de la Conferencia Episcopal Estadounidense, monseñor José H. Gómez, presentaba en un comunicado su saludo oficial.
Felicitaba también a la candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, que junto a su compañero de candidatura parece tener asegurados ya 290 compromisarios del colegio electoral, 20 más de los necesarios para la victoria. Así, Harris se convertirá en la primera mujer en ocupar el segundo puesto del Gobierno. Con este pronunciamiento, los obispos católicos se distancian públicamente de las acusaciones de fraude lanzadas por partidarios del presidente saliente, Donald Trump.
El también arzobispo de Los Ángeles comienza su declaración dando gracias «a Dios por la bendición de la libertad», y pidiendo que «nuestros líderes se reúnan con espíritu de unidad nacional y se dispongan a dialogar y a comprometerse por el bienestar común».
Que los católicos sean «pacificadores»
Los católicos estadounidenses, cuya misión es «seguir a Jesucristo, dar testimonio de su amor en nuestra vida y construir su reino en la tierra», tienen en este momento «un deber especial», continúa monseñor Gómez. Deben «ser pacificadores, promover la fraternidad y la confianza mutua y orar por un espíritu renovado de verdadero patriotismo».
«La democracia requiere», subraya el presidente del episcopado, «que todos nos comportemos como personas virtuosas y autodisciplinarias». Esto implica respetar «la libre expresión de opiniones» y tratar al otro «con caridad y civismo, aunque podamos estar profundamente en desacuerdo en nuestros debates sobre cuestiones de leyes y políticas públicas».
El sueño de los fundadores
Dentro de poco más de una semana, los días 16 y 17 de noviembre, la Conferencia Episcopal Estadounidense se reunirá a distancia para celebrar su Asamblea Plenaria de otoño. En el orden del día está la elección de su secretario general y de los presidentes de ocho comités episcopales, entre ellos algunos que con toda seguridad jugarán un papel relevante en la relación con la nueva administración, como los de Libertad Religiosa, Actividades Provida y Educación Católica. También se votará sobre la prolongación durante tres años más del encargo especial del Comité ad hoc contra el Racismo.
Monseñor Gómez, nacido en México, concluye su comunicado pidiendo la intercesión de la Virgen para «trabajar juntos para cumplir la hermosa visión de los misioneros y fundadores» del país: «Una nación bajo Dios, donde se defiende la santidad de cada vida humana y se garantiza la libertad de conciencia y religión».