El «piso milagro de Vallecas» lleva 30 años ayudando a las personas con adicciones - Alfa y Omega

El «piso milagro de Vallecas» lleva 30 años ayudando a las personas con adicciones

La Asociación Hontanar acaba de cumplir 30 años de historia. Una andadura que arrancó en 1993, cuando los franciscanos TOR decidieron poner en marcha un piso para rehabilitación de drogadictos

María Dolores Gamazo
Foto: Asociación Hontanar.

30 años ayudando a personas en riesgo de exclusión social y prestando especial atención a la rehabilitación de los drogadictos. El Piso Hontanar, perteneciente a la Asociación Hontanar, es un «milagro franciscano en el barrio de Vallecas» que es posible gracias al respaldo de la Provincia TOR de España.

Fray Antonio Roldán, TOR, es el presidente de esta asociación, que tiene su gran pilar en los voluntarios: «En estos momentos contamos con 40 personas que nos ayudan. Y están muy tranquilos colaborando en nuestro piso. Tienen que venir tranquilos, estar a gusto y sentirse felices. Tenemos un encargado que hace el cuadrante. Y, si un voluntario llama para avisar de que no puede acudir, enseguida se pone en contacto con otro para buscar una alternativa».

Foto: Asociación Hontanar.

La Asociación Hontanar acaba de cumplir 30 años de historia. Una andadura que arrancó en 1993, cuando los franciscanos TOR decidieron poner en marcha un piso para rehabilitación de drogadictos. «El piso está en la parroquia de San Francisco de Asís, en Vallecas. Comenzó como una experiencia dirigida a varones con dependencias y adicciones que quieren salir de ese mundo. Nosotros les ofrecemos una residencia, y les damos el apoyo familiar que necesitan. Es un lugar donde vivir protegidos del contacto con la droga mientras realizan un proceso terapéutico».

Socialmente, apunta fray Antonio Roldán, «nadie quiere reconocer que depende de la droga, de la bebida, del juego o del sexo». De cualquier dependencia. El perfil del drogodependiente ha ido variando en estos años: al principio eran heroinómanos, después cocainómanos y «ahora hay una gran dependencia de los ansiolíticos y adicciones sin sustancia: el juego, o las pantallas y todo lo que supone el mundo digital», asegura. «La gente piensa que esto no existe, porque se deriva a un tratamiento psiquiátrico, de cabecera, con pastillas. Es como cerrar los ojos ante el hecho de que las personas se tienen que rehabilitar».

Foto: Asociación Hontanar.

El Piso Hontanar del barrio de Vallecas cuenta en estos momentos con seis inquilinos, todos ellos hombres, con edades que van desde los 20 hasta los 62 años. «Hemos tenido en una época a gente de 18 años, pero son muy jóvenes y, en cuanto se encuentran físicamente bien y creen que han superado la dependencia, se van. Pero la dependencia solo se supera tomando conciencia de lo son y evitando cualquier situación en la que puedan consumir, además de adquirir unos recursos para no caer, algo que solo se logra con la terapia», incide.

Este milagro franciscano en el barrio de Vallecas es posible gracias al respaldo de la Provincia TOR de España: «Cada convento aporta una cantidad mensual. Y pedimos a los chicos que colaboren con lo que puedan. Además, contamos con otras donaciones de personas particulares que quieren colaborar con Hontanar y algunas subvenciones públicas. La Providencia nos ha facilitado también la ayuda de la Fundación Hay Esperanza».

Fray Antonio Roldán se muestra categórico al confirmar que «todos sentimos el deseo de ser felices. Y, a veces, a las personas, les salta ese componente psicológico que produce la recompensa con estímulos negativos, como el juego, la bebida… Y tienen mucho riesgo de quedarse enganchados por experimentar lo que queremos todos: sentirnos bien».