El patriarca Cirilo radicaliza su postura a la sombra de Putin y declara «sagrada» la guerra en Ucrania
La misión del pueblo ruso es proteger al mundo de «la tiranía del globalismo y la victoria de Occidente, que ha caído en el satanismo», según un documento del Consejo Mundial de los Pueblos Rusos (WRPC)
Ante los miembros del XXV Consejo Mundial de los Pueblos Rusos (WRPC) —un organismo fundado en 1993 que reúne a varias personalidades religiosas, militares, científicas y de otros ámbitos de la sociedad civil rusa bajo la égida del Patriarcado de Moscú—, Cirilo pronunció el pasado 28 de marzo una plegaria mientras veía de reojo a Vladimir Putin en una pantalla gigante.
La escena es un buen reflejo de la sinfonía armoniosa que existe en Rusia entre el poder temporal y el espiritual.
Por eso no sorprende que las nuevas orientaciones de la ortodoxia rusa, salidas de esa cita que tuvo lugar en Moscú la semana pasada, pretendan cimentar una ideología nacionalista más amplia en torno a la guerra en Ucrania y el futuro expansionista de Rusia.
El texto —que emana un tono eminentemente político— radicaliza la posición de la Iglesia ortodoxa rusa bajo los tentáculos de Putin. De hecho, señala que el conflicto en Ucrania —que describe como una «Operación Militar Especial» usando el lenguaje de Putin— es sagrado y aboga abiertamente por que la totalidad del territorio de ese país sea de dominio exclusivo de Rusia.
El documento titulado El presente y el futuro del mundo ruso fue aprobado durante el congreso sinodal celebrado el 28 de marzo en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, presidido por el patriarca Cirilo, y se dirige a las autoridades legislativas y ejecutivas rusas con llamamientos específicos a modificar los documentos políticos y las leyes rusas.
El texto dedica gran parte de su contenido al conflicto bélico que ha cumplido dos años y lo llega catalogar como una «misión espiritual» para defender «la unidad de la Santa Rusia».
La guerra contra Ucrania es «una nueva etapa de la lucha de liberación nacional del pueblo ruso contra el régimen criminal de Kiev y el colectivo de Occidente que lo respalda», se lee en el texto.
Según el comunicado que aparece en la página web del Consejo Mundial de los Pueblos Rusos (WRPC), presidido por el patriarca Cirilo, la misión del pueblo ruso es proteger al mundo de «la tiranía del globalismo y la victoria de Occidente, que ha caído en el satanismo».
Además, se amplía el concepto de «mundo ruso», afirmando que su significado espiritual y cultural va más allá de las fronteras de la actual Federación Rusa y abarca otros territorios «históricamente» vinculados a Rusia.
En este sentido, aboga, por ejemplo, por reconocer a bielorrusos y ucranianos como «subetnias de los rusos» y propone ofrecer asilo en Rusia a «millones de extranjeros que defienden los valores tradicionales».
La Iglesia ortodoxa ucraniana, que se independizó del Patriarcado de Moscú en 2019, ha arremetido en un comunicado contra el documento desmarcándose «de la ideología del mundo ruso».
La cabeza visible de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, el metropolita Onufry de Kiev, ha declarado: «No construimos ningún mundo ruso, construimos el mundo de Dios».
En marzo, una comisión de la Rada Suprema, nombre con el que se conoce al Parlamento de Ucrania, aprobó una versión revisada del Proyecto de Ley 8371, que incluyó pasos concretos para prohibir por ley en todo el territorio ucraniano la Iglesia ortodoxa rusa y para erradicar las actividades de todas las organizaciones religiosas afiliadas a esta confesión religiosa ligada históricamente al Patriarcado de Moscú.